Lago
Al fin la fuerza, al fin
Consigo unir pedazos
Quebrados de un destiempo
Que no hubo calendarios.
Fue gravoso.
No es fácil
Ejercitar los músculos
De un alma rota,
Lleva
Un tiempo innumerable
Recomponer sus huesos
-Cristal molido, añicos
De un lustro de mazazos-,
Tapar las cicatrices
Que, ocultas, permanecen
Tras la sonrisa amarga
Que esgrimen los que ultiman
Su puzzle de entelequias.
No obstante, a veces,
Llega.
Igual que ahora.
Lástima
Que este vigor recién
Cobrado,
Sólo sirva,
Como otras tantas,
Como
Cuando era débil, para
Fingir que
No me importa.
Consigo unir pedazos
Quebrados de un destiempo
Que no hubo calendarios.
Fue gravoso.
No es fácil
Ejercitar los músculos
De un alma rota,
Lleva
Un tiempo innumerable
Recomponer sus huesos
-Cristal molido, añicos
De un lustro de mazazos-,
Tapar las cicatrices
Que, ocultas, permanecen
Tras la sonrisa amarga
Que esgrimen los que ultiman
Su puzzle de entelequias.
No obstante, a veces,
Llega.
Igual que ahora.
Lástima
Que este vigor recién
Cobrado,
Sólo sirva,
Como otras tantas,
Como
Cuando era débil, para
Fingir que
No me importa.
Cuando el alma está enferma de inmovilidad ya puedes ponerte rayos en el cuerpo que el mujodío solo consigue balancerase.
Tostá con melva y mosto de Telesforo