La podadora de margaritas
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!
Pablo Neruda
Hay veces que me pregunto
Porqué los hombres de Estado
Que piadosos engendraron
La Convención de Ginebra
No llegaron a abolir
Los fusiles y las dagas
Fuera tal vez que pensaron
Que una batalla a mordiscos
Llegaría a resultar
Inhumana y pavorosa
¡Y tan henchida de sangre!
¡Sí!
Inhumana, pavorosa y sangrienta
Tan sumamente
Brutal
Brutal
En demasía
O puede ser
Que tan sólo
Pensaran que así sería
-Digo
A dentelladas-
Extremadamente lenta
Para el afán de conquista.
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!
Pablo Neruda
Hay veces que me pregunto
Porqué los hombres de Estado
Que piadosos engendraron
La Convención de Ginebra
No llegaron a abolir
Los fusiles y las dagas
Fuera tal vez que pensaron
Que una batalla a mordiscos
Llegaría a resultar
Inhumana y pavorosa
¡Y tan henchida de sangre!
¡Sí!
Inhumana, pavorosa y sangrienta
Tan sumamente
Brutal
Brutal
En demasía
O puede ser
Que tan sólo
Pensaran que así sería
-Digo
A dentelladas-
Extremadamente lenta
Para el afán de conquista.