Fuensanta la "der" Bombo (por Manolo "er der" ídem)

(Dedicado a mi amigo Alargaor)

He de reconocerlo, y espero que esta confesión no me suponga ser anatematizado por los contertulios de taberna, ¡NO ME GUSTA EL FÚTBOL! (¡venga, compadres!, seguimos siendo coleguitas ¿no?). Además, hoy, tras leer las declaraciones futbolísticas de la Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, estoy dispuesto a hacer firme propósito de enmienda para terminar siendo un hooligan de tomo y lomo. Porque uno, lo que sí es, es un amante de la cosa ecológica y, claro, que mejor que una buena dosis de deporte rey, ahora que se aproxima el Día Mundial del Medio Ambiente, para tratar de paliar tanto desmán medioambiental. Que ya lo ha dicho la Consejera en el diario "La Razón" (www.larazon.es/noticias/noti_aut37459.htm), si la selección española hace un buen papel en el mundial de Alemania, los pirómanos, entretenidos y enardecidos por el ardor patriótico, ¡España, España, España, España…! se abstendrán de salir a perpetrar sus ardorosas piras por esos montes de Dios ¡Ay! mi querido amigo Juan Romero, que lástima que aquel fatídico día de Julio no hubiese ni mundial, ni champions o, tan siquiera, un par de equipos muy rivales jugándose el descenso en un derbi de infarto. Hoy Berrocal respiraría tranquilo en lugar de continuar barriendo cenizas.

¡Cagonelcopondelabaraja!, tantos años desarrollando el Plan INFOCA, tantos millones de euros gastados en prevención y extinción, y la solución taumatúrgica estaba escondida en las botas de Raúl y compañía (si éste no ha sido seleccionado, pido perdón por mi ignorancia, era el que más me sonaba así a bote pronto; prometo ponerme inmediatamente al día), aunque esto tampoco debe salir demasiado barato. Pero bueno, así matamos dos pájaros de un tiro. O toda una bandada ¡Pero que torpes hemos sido!

Tantos anuncios televisivos, desde mi admirado Joan Manuel, “todos contra el fuego, todos contra el fuego…” ¿recuerdan?, hasta la genial Sara Baras, inteligente y guapa mujer y excelente bailaora donde las haya, taconeando sobre las cenizas aún ardientes, para nada; sin darnos cuenta de que el protagonista más adecuado para una campaña mediática contra los incendios forestales no podía ser otro que Manolo “er der” Bombo. Bom, bom, bom, bom… ¡España! ¡España! ¡España!...

Esta claro, nada mejor que tener entretenido al personal (perdón, quise decir ocupado, ocupaaaaado, que ha sido la expresión literal de la Coves) para evitar tantos problemas socio-ambientales. Imagino que no sólo los incendios, sino también las mafias y corruptos marbellíes (aunque no sepamos en este sentido donde empieza y termina Marbella), los Algarrobicos, los Aznalcóllares y hasta ese famoso maremoto que según todos los indicios e investigaciones científicos está por venir algún día mandando todo el caos urbanístico litoral al puñetero carajo (perdón por la expresión, pero es que no encontrado mejor forma de enunciar esto para que nos quede una imagen clara de la cosa; la cosa futbolística y su importancia en la evitación de los incendios forestales, quiero decir, claro). Eso sí, que alguna administración pública se encargue de subvencionar las palomitas, que ya se sabe que circo con pan siempre es más grato.

Y lo malo de la cosa, digo la de los pirómanos aparcando el mechero y la yesca en tanto están dedicados a jalear a la selección, es que puede que hasta en parte sea cierto, y que en España, al igual que en el resto de los países culturalmente subdesarrollados (y en esto los pueblos tienen parte de culpa, pero nada comparado con la que “atesoran” los diferentes poderes, ya sean políticos, ya económicos, ya mediáticos…), las pataditas de Raúl, no sólo paralicen a las administraciones y a muchos negocios privados -¡Dios nos libre!, con las multinacionales hemos topado-, sino hasta a los propios delincuentes, ya tengan el cuello de la camisa manchado de hollín, ya de un inmaculado blanco detergente para automática hiper-fosfatado. Pero, claro, eso también puede tener su lado oscuro, y es que, no sé quién dijo, los pueblos poco cultos son más fáciles de gobernar (entiéndase en este caso la palabra gobernar como un eufemismo de los términos manipular y subyugar, pues los únicos gobiernos plausibles, por no estar sometidos a motivos espurios, son aquellos en los que el principal protagonista no es otro que el mismo pueblo). Tal vez -no quisiera haberlo pensado, pero ya está hecho y no soy amigo de callarme lo que pienso- a la Consejera la traicionó el subconsciente en este sentido. En cualquier caso, lo que manda bemoles es que ahora venga la Coves a poco menos que expresar, o al menos, muchos igual lo entienden así –ya se sabe, a fuerza de pan y circo- que una de las principales piedras filosófales en la política de prevención de incendios forestales no es otra que nuestra armada invencible –es un decir- futbolera. Ya saben, durante los partidos de la selección, los Agentes de Medio Ambiente a dormir la siesta, los pilotos del operativo INFOCA a jugar al Mus y la Consejera a practicar con el Bombo; todo ello, entiéndase, siempre que no haya un televisor a mano; bueno, a ojo.

Y digo lo de practicar, puesto que dado el gran descubrimiento que ha supuesto el comprender al fin la importancia estratégica del deporte rey en la prevención -y quién sabe si también en la extinción, que milagros mayores se ha dicho que han sido vistos-, igual tras las próximas elecciones autonómicas, el sempiterno Manuel Chaves, le da el puesto de Consejero de la cosa ambiental al otro famoso Manolo, y la Coves se convierte en la máxima seguidora de la selección, con su atuendo rojo, sus pantaloncitos cortos, o chándal como Manolo, y su pedazo de bombo a cuestas.

Bom, bom, bom, bom… ¡España! ¡España! ¡España! ¡Espaaaaaaaaña! ¡Espaaaaaaaaña! ¡Espaaaaaaaaña!...