Desesperada-mente
A Dolo, a Esperanza, a M. Yohanna,
a Laly...; porque todas ellas, de uno
u otro modo, han inspirado este soneto.
¿Quién me presta
un antídoto
contra los deseos
imposibles...?
Dolo Vidosa
Desesperadamente necesito
Librarme del arpón de este deseo
Forjado de salitre y de Leteo;
Hallar sin dilación el requisito
Que, ignoto, no permite que lo extirpe
Del alma, el corazón, de la memoria,
Del libro nunca escrito de una historia
De ninfas que se agostan sin estirpe.
Desesperada mente mía buscando
La alfanje que la exima de este anhelo
Que, a más que hala y gime suplicando
Soltarse del sedal voraz, su anzuelo
Más hondo y sin piedad le va clavando,
Mudando el porvenir en yermo duelo.
Eres un monstruo, amigo mío.
SALUD