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David y Goliat (The remake)

davidygoliat.jpg

La víctima y, piedra en mano, el terrorista.

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Filoabpuerto
Filoabpuerto dice:
06/02/2009 19:54

Es todo un mensaje de esperanza, Rafa.
La capacidad de respuesta y de repulsión está viva; mientras eso suceda, queda un resquicio para el "utópico" anhelo de que otro mundo, mejor que éste, es posible

Afectuosos saludos

PACO HUELVA CALA
PACO HUELVA CALA dice:
06/02/2009 21:44

LA VERDAD ES QUE LA FOTO MANDA COJONES. LO PEOR ES QUE NO ES UN MONTAJE, ES QUE LA VIDA ES ASÍ; NO SÓLO EN PALESTINA, IRAK O AFGANISTAN O DONDE QUIERA QUE HAYA SIDO TOMADA..., A RESUELTAS DE TODO, EL MUNDO ES ASÍ. UNOS VIAJAN EN TANQUES BIEN PERTRECHADOS, Y OTROS SE DEFIENDEN CON LO QUE ENCUENTRAN A MANO. Y CURIOSOMENTE... A VECES, GANAN ESTOS ÚLTIMOS. AUNQUE SEAN POCAS..., PERO EN ESO CONSISTE LA ESPERANZA, EN DERRIBAR BANDERAS, MUROS, SÍMBOLOS, TANQUES O LO QUE SEA.
un abrazo, rafa

MANUEL RUBIALES REQUEJO
MANUEL RUBIALES REQUEJO dice:
07/02/2009 00:24

Quién es ahora David, quién es ahora Goliat..., y un mosquito es Drácula

BENITO RIVAS
BENITO RIVAS dice:
11/02/2009 11:19

mis palabras no son nada
como nada son las piedras de la esperanza,
como nada las banderas deshilachadas.
no son nada las palabras de mis poemas,
ni nada significan las fronteras de lo obsurdo.
de nada sirve que suenen los tambores,
que truenen las trompetas llamando a la guerra,
de nada sirve que nos aniquilen los bárbaros.
nada son las piedras de la esperanza,
como nada son las palabras del necio.
de nada sirve que aniquilen todas las palomas
de la paz, o que arranquen los cipreses milenarios
porque los espíritus seguirán morando en el celeste...
de nada sirve que nos escondamos de los vientos traicioneros,
de las noches de luna ensangrentada,
para qué escondernos en los túneles...
de nada sirven las palabras del profeta,
no auguran esperanzas los rezos...
ya no cubren las banderas tantos muertos
de la guerra santa...
no son nada las palabras ni las piedras,
se oxidaron las balas y los cañones,
y cuando enmudezcan las trompetas,
cuando silencien los tambores,
una nueva epopeya
nos abrirá el paraiso de los cielos.