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Fidel

Cacuito, pese a los abusones de Iberia, llegó ayer a La Habana, con la opaca perspectiva de enguachinarse de mojitos y atorarse de mulatas. No bien pisado el malecón, se desayuna con la noticia de que al otro Fidel (el que no se arrejuntó con Rociíto) le ha dado un chungo que, desde que “llegó y mandó parar” a finales de los cincuenta, abre un abanico de interrogantes para el futuro de la isla y sus relaciones internacionales. De momento, el millón de exiliados cubanos en Miami han descorchado el champán. Estados Unidos, el coloso que embarga las exportaciones cubanas desde los albores del castrismo, estudia de qué manera controlar y chantajear a sus ciudadanos. Mientras tanto, el verborreico dictador, como personaje de novela latinoamericana, hinchado de egolatría, enfermo pero estable, no espera la muerte, sino que la historia lo absuelva.
teutoburgo
teutoburgo dice:
02/08/2006 15:40

no tiene tanto remordimiento de consciencia como para pretender una absolución

rafa leon
rafa leon dice:
04/08/2006 12:24

La historia aún no lo ha condenado y, por lo tanto, todavía no cabe pedir la absolución. Los "juicios" de la Historia no se pueden hacer sin la suficiente perspectiva, aunque ésta, habitualmente, queda viciada en función de quién la escriba (y casi siempre la escriben los vencedores).

En Cuba sometida durante décadas al acoso y derribo del Imperio, gracias a Fidel hay, sin obviar por ello las cosas malas, muchas cosas buenas (aunque aquí sólo consideremos bueno la posibilidad del consumismo superfluo y de equipararnos a tirios y cachulis a golpe de pelotazo y especulación). Una isla en medio del imperio y también del tercer mundo. ¿Qué país del tercer mundo tiene los servicios sanitarios, educativos y de todo tipo que con carácter público y gratuito ofrece Cuba a los cubanos? ¿O las tasas de mortalidad infantil tan bajas? Y todo ello sin recursos a causa del ignominioso bloqueo de los "buenos". Fidel, es cierto, también ha hecho muchas cosas mal, somos humanos, pero siempre de orillas hacia adentro.

Es posible que la Historia termine condenando a Fidel (El Pais, El Mundo, ABC, La Razón... ya hace tiempo que lo condenaron). De lo que no me cabe duda es de que terminará por absolver o amnistiar a Bush. Ya, ya sé que ciertas comparaciones, por sacar a relucir tanta mierda mental como hay debajo de las alfombras, son odiosas.

Un abrazo
Rafa