Exentos

La hija de Cacuito nacerá exenta de una enfermedad hereditaria. Será el segundo bebé que nacerá libre de lacras genéticas en un hospital público patrio. No serán motivos de preocupación la suturación de los puntos de la parturienta. Ni el dolor mientras la criatura aprende a agarrar el pecho. La familia deberá su felicidad a la ciencia, que no se limitará a salvar una vida. Salvará un matrimonio. Rescatará un padre y una madre. Evitará el sufrimiento y la distrofia de unos humanos readaptándose al medio, la inmunización diaria ante una vida que les propinaría más zancadillas que a sus vecinos. Esquivarán el peregrinaje hospitalario, la agonía de rehabilitaciones sin horizontes limpios, la interiorización de una dolencia con fecha de caducidad, la encomienda a un dios poco probable. Renacerán exentos. Nadie aprende a vivir esperando la muerte.