Bucaneros
Las pateras cada vez son más pequeñas. El tamaño justo para albergar a niños de doce años. Por eso ahora nos invaden tantas. Tan confortable es la travesía, tan asequible el modo de pago a plazos, tan tentador el horizonte. Los Morenitos Grumetes Pescanova no matan el viaje probando en la consola la última versión de Piratas del Caribe. Son chiquelines que saturan los centros de acogida y obligan a habilitar albergues juveniles, porque todos los negritos tienen hambre y frío. Disfrutan vacaciones en Roquetas de Mar, entre cálidas pruebas oseométricas y festines crepusculares, al sol del último rayo. Reciben visitas de parientes. Alguno tiene la potra de que un tío del tío de su tío se llame Cacuito, aparezca disfrazado de Capitán Sparrow, lo reconozca y le regale, de tirona, no la consola, sino un golpe de timón a su vida de futuro bucanero.