CicloLitoral 2008: Etapa 8 (La Almadraba-Playa Larga de Tarragona)
Como ya sabéis, esta mañana amanecimos a los pies de un monstruo nuclear. Desde nuestra perspectiva, el contraste era poco alentador: a un lado, una instalación colosal propiedad del Capital produciendo 1.000 megavatios de la forma más peligrosa posible y generando resíduos radiactivos que habrá que gestionar durante, al menos, cientos de años. Y junto a ella, tres ciudadanas/os de a pie haciendo todo lo posible por disfrutar de sus vacaciones de la forma más ecológica posible: recorriendo la costa en bicicleta, con cargador y faros solares, etc.
En fin, tras preparar las bicis y los petates, comenzamos a rodar en pos de nuestro destino, aunque por desgracia, las cosas se torcieron un poco durante los primeros kilómetros: por un lado, nos confundimos de camino y tuvimos que sufrir durante un buen rato la enorme dureza de un camino de cabras que no hacía más que subir y bajar abruptamente. Y, por otra parte, tras encontrar la Nacional 340, escuchamos un enorme estruendo cuando pasábamos a la altura de la central nuclear de Vandellí²s II. Al darnos la vuelta para ver qué pasaba, vimos cómo salía un montón de humo blanco de la misma. Resulta que acabábamos de asistir en directo a un incendio en las turbinas que mantendrá cerrada la citada central durante "semanas" y que, por fortuna, no ha pasado a mayores...
Ajenos a todo ello (en ese momento pensamos que eran cosas normales en el funcionamiento de una nuclear: no hemos conocido la gravedad del incidente hasta que lo hemos escuchado en la radio horas después), seguimos pedaleando por la Nacional 340, la cual nos deparó una nueva sorpresa: el puerto de Balaguer. Por fortuna, todo lo que sube, baja, así que nuestro esfuerzo fue recompensado con una rápida y agradecida bajada de varios kilómetros que nos llevó hasta L'Hospitalet de l'Infant.
En esta localidad nos llamó la atención lo bien cuidadas que estaban sus playas, lo limpio que estaba el pueblo y una curiosa estatua con la que tuvimos el honor de inmortalizarnos.
Tras desayunar unas apetitosas ensaimadas, volvimos a montarnos en las bicis y rodamos raudos hasta Cambrils, primero, y Salou, después.
De Cambrils, lo que más nos llamó la atención fueron sus larguísimas playas, bordeadas en todo momento por un magnífico carril bici, cuyo grado de utilización era enormemente elevado: mientras lo rrecorríamos, nos cruzamos con varios cientos de ciclistas y vimos una cantidad aún superior de bicicletas aparcadas a lo largo de todo su recorrido.
Por su parte, de Salou nos llamaron la atención el magnífico paseo marítimo por el que paseaban, a pie o en bicicleta, un elevado número de personas, así como lo atestadísimo de sus playas. De hecho, cuando nos paramos a realizar una foto panorámica general, nos recordó enormemente a Benidorm, con la única diferencia de que la playa era bastante más estrecha que la de la localidad alicantina, por lo que la aglomeración de bañistas era, si cabe, aún mayor.
Tras el "baño de multitudes", retomamos el camino y nos dirigimos a Tarragona, a la que no tardamos demasiado en llegar y en la que disfrutamos, cuestas mediante, de un breve pero agradable paseo por su casco histórico (anfiteatro romano, balcón del Mediterráneo,...).
Por último, cuando nuestro amigo Lorenzo apretaba más fuertemente, afrontamos los últimos kilómetros de la etapa de hoy, al objeto de llegar a nuestro destino con tiempo suficiente para poder disfrutar de la playa y preparar esta crónica antes de comenzar la fiesta de despedida de Cristina (por aquí tenemos una botellita de crianza tarraconense que tiene muy buena pinta...).
Besos y abrazos:
Manuel
Hola de nuevo y adios a Cristina que esperemos tenga ganas de repetir otro año porque las fotos que nos ofrece sobre todo con el coleta, son muy divertidas (posáis libremente o el fotógrafo os dice poneros asi y asá... jejjee).
Bueno, pues yo ayer buscaba vuestras fotos de la central, pero es cierto que en el momento uno no puede saber el alcance que tienen estas cosas.
Leo que habéis conocido "la playa de Zaragoza" que ,por si no lo sabíais, es así como se le denomina también a Salou por la ocupación que tiene de mis paisanos y playa de mi infancia -entonces no eramos tantos en el mundo-.
Bueno ahora que pasáis de mosqueteros a pareja de baile a ver qué tal os seguimos viendo en la ciclonovela de este verano.
Un abrazo. Elena