SEÑALES
Las marcas del paso del tiempo..., ese que agrieta mi cara, que tenaz, doblega tus senos, que..., como a las piedras de las catedrales más rápido que lento, nos llenan de extemporáneas cicatrices afinadas por risas y sueños.
A ese, al tiempo, quiero decirle mi amor, que nadie mejor que él sabe poner contextura a lo que siento.
A ese, al tiempo, quiero decirle hoy, que en el universo de tu constitución es donde deseo tener aposento. ¡El tiempo! ¡Me río yo del paso del tiempo!
Lo malo será, mi amor, cuando ni tú ni yo, aunque sigamos vivos, dispongamos de ese sustento.
Tráeme el tiempo venidero. Sírvemelo azucarado con tu piel y mareado por tus dedos.
Dame de beber en tu río, deja que respire tu aliento, provéeme de tu carne y entiérrame en tus adentros.
Cuando vengas, por fin, tráete al tiempo contigo, y de tu mano, andaremos por viejos o nuevos caminos..., esos que haremos nuestros.
No te vayas. No temas al espejo. Ríete de él. Míralo de frente y dile que te quiero.
No tengas miedo..., el tiempo no existe.
Sin embargo..., lo nuestro, si tú lo deseas y yo lo quiero..., lo nuestro, es un universo que pasa de empíricos conceptos.
¡El tiempo! ¡Si estás a mi lado, me río yo del tiempo!
SALUDOS, BENITO
En esos espacios oscuros donde habitan las cosas perdidas tengo un desván perfumado de recuerdos. A veces, me gusta subir y embriagarme de pretéritos.
Mis saludos
Victoia, el cielo y el infierno, la vida y la muerte, no son más que los laterales de una fina y larga línea que es nuestra existencia...
Si no nos levantamos cada vez que caemos, para qué todo.
Besos.
Paco, gracias por regalarme tu tiempo, tus palabras.
Saludos.
Manuel, y que bien sientan esas copitas de recuerdos.
...mi vida entre el cielo y el infierno, justo al borde de la línea, si he perdido o he ganado soy yo quien ha hecho mi vida, sí de nuevo yo empezara, se que de nuevo lo haría...perdí, gané, sufrí, caí, me levanté...
DICE UNA CANCIÓN.
Un beso