Telefonía
Bueno, no,
Mejor, diré
Que te he de hacer
-no sé si será preciso-
Esta torpe confidencia
Yo…
Te sueño
A veces, en la vigilia
A veces
En esa magia inconsciente
Que me hace volar, etéreo
A territorios de sábanas
sin plancha, colchón ni encajes
-sin adornos innecesarios, sin precauciones-
O a la orilla de una mar amparada por mil noches
-y una-
Que no precisan de estrellas
Porque tú las llevas dentro
O sobre una llama de encuentros
-en el más pleno significado de la palabra-
O hasta mi saliva mezclándose
Impúdica
-alquimia sin competidor posible-
Con el salobre sudor de tu cuerpo
Con el pozo de las olas de tu pelo
Con ese tatuaje
Menudo
Que un día buscaron mis besos
Con tu vientre
Con las cumbres de tus pechos…
Y me diluyo en tus manos
-esas manos, ya sabes…-
En tus ojos
En el sabor de tu boca
-que siempre es diferente-
En tus piernas
En cada centímetro de tu espalda inexplorada
En tus flores de aroma a lluvia, tierra y almizcle
Y a mar
Sobre todo a mar
-¡oh!, no sé si podré seguir resistiendo este poema-
En el Sur de todos los “sures”
En el norte más templado
En el oriente y en el poniente
Y al fin
En tu centro
Y entonces
Cuando despierto
Maldigo al poeta que dijo
Que sólo son sueños los sueños
WAAAAUUUU...! HAS PLASMADO UNOS VERSOS CON UNAS PALABRAS QUE SE PUEDEN TOCAR MÁS QUE LEERSE. CASI NO LLEGAN AL ESPIRITU, O AL CEREBRO, PORQUE SE QUEDAN EN LA PIEL, Y NO COMO UNA CARICIA, NO, MAS BIEN COMO UN AUTENTICO ARREBATO.
VINO Y BESOS.