Soneto com-pacto y con estrambote (que tiene buena rima)
(o de como soñé ser Cayo Lara
soñándose portero ante un penalti;
¡jodida soledad la del portero!)
No es fácil ser de izquierdas; ya hay muy pocos.
Tan pocos que si debo, ¡Marx me asista!,
pactar un cogobierno ¡cuánta vista
y tacto he de poner!; todos los focos
centrados en mis actos como locos.
Si me uno a la impostura socialista,
¡coño!, malo. Si lo hago a la otra lista
de derechas, me azotan cual sirocos,
tildándome traidor, de incoherente,
de no tener autoridad ninguna,
de estar, en fin, en Babia o en la luna.
Mas qué des-FACHA-tez la de esta gente,
ha tanto tomaditos de la mano
jodiendo con cinismo al ciudadano,
que ahora, en su orgullo insano,
me insulta, ladra, afirma que no valgo.
Si han de ladrar, que ladren; yo cabalgo.