Revelación en la teología del cosmos (Aries incierta)
En esta casa de un barrio sevillano que habité por tantos años,
La soledad, que me viene acompañando desde hace años que se extienden más allá del arduo recorrido de la luz, asombrada y sin impulso, de toda una pléyade de estrellas negras,
Se ha pegado a mis ojos con su aliento de espanto y se me ha metido muy adentro por el resquicio dejado abierto por una lágrima, penetrándome
Hasta el centro
Del abismo insondable de la médula del alma,
Hasta el último de mis latidos deslavados en la arritmia
De un mar sin esperanza.
Y he sentido, en la boca del estómago, el golpe infinito de un vértigo que se me agarra brutal a las entrañas
Y un amargo deseo por huir de las sombras que ocupan mis ruinas,
Por salvarme ignorado en lo desconocido, pero
Al mirarme las piernas
Sólo he visto muñones y añicos de espejos manchados de sangre que sonríen pavorosos en silencio y me escupen su desprecio sobre mi lecho de muerte.
En un intento postrero por recuperar al menos una huella diminuta sobre la senda inexplorada que ya no se adivina al frente
He alzado la mirada al cielo y he quebrado mi garganta en un grito inaudible y desalmado contra la eternidad incierta,
Buscando, en el áspero bálsamo de la mentira
Una respuesta al sinsentido de unos huesos sin futuro.
Pero el eco, denso y sin voz, de un firmamento sin estrellas
Me ha revelado,
Incuestionable,
Que siempre,
Siempre,
Como luna creciente que agoniza
Al fondo de un pozo,
Estuve sólo.
Esa soledad es nuestra "humana condición". De alguna manera todos estamos solos....
Todos, aún en compañía, sentimos esa "soledad pegada a nuestros ojos", ese "golpe de vértigo" en nuestro estómago. Algunas veces, logramos disiparlo cuando, en un cruce de miradas, hallamos otra soledad vecina. Entonces, durante el tiempo que dura ese milagro, nos disolvemos ,fundiéndonos con el otro, a sabiendas que es un cruce en el camino y, que en el siguiente recodo, estaremos, aún con su compañía, solos; porque, en lo más profundo de nosotros, estamos siempre a solas.
Un abrazo