Moira
Algo
Sin saber cómo
Se me ha crecido en lo adentro
No es orgánico
No un tejido invasor expansivo
Sino etéreo
Un ente sin materia
Interactivo
Que agitado reaccionaba cada sol
A estímulos emanados de otro adentro
Dolor dulcísimo de ansia de luna en las entrañas.
Pero, a fuerza de una corriente de luz de estrellas desbocadas
Reventó implacable el conducto comunicante
Y esa entelequia
Incorpórea
Se me quedó aislada
Esparciéndoseme por mis confines limitados
Doliéndome agriada
Creciéndome amarga y sin sentido
Como una maraña
Insoportable
De aroma y sabor a cadáver fresco
Lívido
Evanescente
Y brutalmente sutil
En el silencio.
Saben bien los dioses sin substancia
Que mil veces he tratado de extirparme
Esa mórbida incomparecencia de mi alma
Más desgarro con ella en cada intento
Jirones de mis órganos vitales:
La sonrisa
Los afectos
El caminar del rocío en la mañana
Los pies amables descalzos sobre la hierba
La lunática marea
Los minutos eternos colmando el trascender vacío
La espuma salobre en el poniente
El arco iris en un celeste sin grises húmedos
El rayo de sol tras la tormenta de cien años…
Y la mirada azul
La mirada azul imprescindible.
Y ansioso he buscado un cirujano
Capaz de atajar esta carencia
Salvando cuando menos el delirio.
Pero ayer
Clausuraron urgencias.
Sin saber cómo
Se me ha crecido en lo adentro
No es orgánico
No un tejido invasor expansivo
Sino etéreo
Un ente sin materia
Interactivo
Que agitado reaccionaba cada sol
A estímulos emanados de otro adentro
Dolor dulcísimo de ansia de luna en las entrañas.
Pero, a fuerza de una corriente de luz de estrellas desbocadas
Reventó implacable el conducto comunicante
Y esa entelequia
Incorpórea
Se me quedó aislada
Esparciéndoseme por mis confines limitados
Doliéndome agriada
Creciéndome amarga y sin sentido
Como una maraña
Insoportable
De aroma y sabor a cadáver fresco
Lívido
Evanescente
Y brutalmente sutil
En el silencio.
Saben bien los dioses sin substancia
Que mil veces he tratado de extirparme
Esa mórbida incomparecencia de mi alma
Más desgarro con ella en cada intento
Jirones de mis órganos vitales:
La sonrisa
Los afectos
El caminar del rocío en la mañana
Los pies amables descalzos sobre la hierba
La lunática marea
Los minutos eternos colmando el trascender vacío
La espuma salobre en el poniente
El arco iris en un celeste sin grises húmedos
El rayo de sol tras la tormenta de cien años…
Y la mirada azul
La mirada azul imprescindible.
Y ansioso he buscado un cirujano
Capaz de atajar esta carencia
Salvando cuando menos el delirio.
Pero ayer
Clausuraron urgencias.