Lentejas
A Francisco Garrido, portavoz del desaparecido partido político de los Verdes de Andalucía, hoy constituido como mucho en corriente interna del PSOE-A dedicada en exclusiva a hacer el trabajo sucio a Zarrías en Andalucía y a Barrero en la provincia de Huelva, le ha dado ahora por criticar lo que, demostrando que una de sus escasas habilidades es la de hacer juegos de palabras estúpidos, pueriles y faltos de ingenio, ha dado en denominar el “marxismo-ladrillismo” de IU. Y para hacerlo arremete contra el proyecto golfista-inmobiliario que pretende llevar a cabo el Ayuntamiento de Trebujena.
No seré yo quién venga a defender el citado proyecto, sobre el cual ya tuve la oportunidad de exponer personalmente mi opinión contraria a Manolo Cárdenas, el alcalde, y al grupete de arquitectos pijos, encabezados por el sin par Fustegueras, que, venidos desde Sevilla a Trebujena en tropel, trataron de “venderme” las delicias y el potencial de desarrollo de semejante aberración urbanística y, ante mi negativa a darles mi beneplácito, llegaron hasta a acusarme de tratar de ejercer de comisario político. Muy de la escuela de Garrido aquellos urbanistas VIP.
Si Garrido termina por cumplir su promesa de llevar el proyecto ante la Comisión Europea y el Ministerio de Medio Ambiente, estará en su derecho y, probablemente, al margen de sus verdaderas intenciones, hará bien. Además demostrará que, tras tanto amagar y no dar con irse del PSOE-A (que lo fagocitó hace ya tiempo) si este partido, como no ha hecho, no cumplía con lo pactado con los desaparecidos Verdes andaluces en cuanto a políticas de sostenibilidad, alguna vez es capaz de cumplir sus promesas. Aunque, claro, esto nos llevaría a algunos a hacernos infinidad de preguntas.
¿Por qué no cumple esa otra promesa de marcharse a las primeras de cambio de la Casa Común, como hizo cuando, con razón o sin ella, trataba de imponer la opinión de la minoría a la de la mayoría en IU LV-CA? (sobre todo en lo relativo a los puestos de salida para las candidaturas electorales y la ostentación de determinados “cargos” orgánicos). Lentejas.
De estas advertencias gratuitas ya tuvimos sobrados ejemplos en la persona de Inmaculada Gálvez, diputada andaluza en el Grupo Socialista por los fallecidos Verdes. ¿Por qué siempre se echaba atrás en el último momento? Lentejas.
¿Por qué no lleva ante las mismas instituciones los proyectos infinitamente más aberrantes que los gobiernos municipales socialistas pretenden perpetrar o ya han perpetrado en municipios como Cartaya, Ayamonte, Benalup, Medina-Sidonia o El Bosque, entre otros muchos? Lentejas.
¿Por qué, junto al portavoz en Huelva de los extintos Verdes, no denuncia las maniobras del PSOE-A de Huelva y del empresariado onubense para, saltándose todos los cauces legales, dar el puntillazo definitivo al POT de la Costa Occidental de modo que se eliminen los escasos obstáculos que supone ya de por sí el citado documento para el avance imparable de la especulación, la insostenibilidad y la destrucción de nuestros parajes y recursos naturales? Lentejas.
¿Por qué Francisco Garrido, alias Esaú, que tanto pataleó por ostentar en exclusiva el marchamo universal de lo verde, un marchamo que, a la vista está, no le pertenece ni merece, ahora sólo lo lleva como hipócrita estandarte sólo en aquellos ayuntamientos que no están gobernados por el PSOE? Lentejas.
Ante la barbarie especulativa de los alcaldes del PSOE-A, auténticos paladines del “nacional-ladrillismo” (a uno también le gusta hacer a veces juegos de palabras tontos), ¿por qué no renuncia Esaú Garrido a su acta de diputado socialista en el Congreso? Lentejas. ¿Por qué los desechos que quedan de los fagocitados Verdes no rompen su “pacto” de Gobierno con el PSOE de Andalucía? Lentejas.
Lentejas. Tantas que, en el caso de que en la próxima legislatura los extintos Verdes sigan siendo necesarios al PSOE-A (que Roma no paga traidores), deberían cambiarlos de chiringuito y, de la Dirección General de Educación Ambiental, pasarlos a algún organismo dependiente de la Consejería de Agricultura y Pesca. Que las lentejas las gestionan a las mil maravillas. Lo que es la degradación cromática, recuerdo una película titulada “Del Rosa al Amarillo”. Esaú y sus secuaces están protagonizando una versión que podríamos denominar “Del Verde al lado oscuro”. Lentejas y más lentejas.
“Querido” Esaú, en IU LV-CA, lo sabes bien (y en ello no se notó en absoluto tu marcha, que algunos con conciencia eco-política agradecieron), aún queda un elevado porcentaje de militantes que se opone al ladrillismo, sea marxista o neoliberal. Entre los dirigentes de los extintos Verdes, al parecer, ya no debe haber nadie que no huela a otra cosa que no sean lentejas con chorizo. O a treinta monedas de vellón, que, aunque ahora parece que pudiera ser rehabilitado, Judas siempre fue famoso por haber vendido a los suyos.
Lentejas, sólo lentejas, una cosecha ingente y podrida de lentejas nada ecológicas. Nacional-lentejismo.
No seré yo quién venga a defender el citado proyecto, sobre el cual ya tuve la oportunidad de exponer personalmente mi opinión contraria a Manolo Cárdenas, el alcalde, y al grupete de arquitectos pijos, encabezados por el sin par Fustegueras, que, venidos desde Sevilla a Trebujena en tropel, trataron de “venderme” las delicias y el potencial de desarrollo de semejante aberración urbanística y, ante mi negativa a darles mi beneplácito, llegaron hasta a acusarme de tratar de ejercer de comisario político. Muy de la escuela de Garrido aquellos urbanistas VIP.
Si Garrido termina por cumplir su promesa de llevar el proyecto ante la Comisión Europea y el Ministerio de Medio Ambiente, estará en su derecho y, probablemente, al margen de sus verdaderas intenciones, hará bien. Además demostrará que, tras tanto amagar y no dar con irse del PSOE-A (que lo fagocitó hace ya tiempo) si este partido, como no ha hecho, no cumplía con lo pactado con los desaparecidos Verdes andaluces en cuanto a políticas de sostenibilidad, alguna vez es capaz de cumplir sus promesas. Aunque, claro, esto nos llevaría a algunos a hacernos infinidad de preguntas.
¿Por qué no cumple esa otra promesa de marcharse a las primeras de cambio de la Casa Común, como hizo cuando, con razón o sin ella, trataba de imponer la opinión de la minoría a la de la mayoría en IU LV-CA? (sobre todo en lo relativo a los puestos de salida para las candidaturas electorales y la ostentación de determinados “cargos” orgánicos). Lentejas.
De estas advertencias gratuitas ya tuvimos sobrados ejemplos en la persona de Inmaculada Gálvez, diputada andaluza en el Grupo Socialista por los fallecidos Verdes. ¿Por qué siempre se echaba atrás en el último momento? Lentejas.
¿Por qué no lleva ante las mismas instituciones los proyectos infinitamente más aberrantes que los gobiernos municipales socialistas pretenden perpetrar o ya han perpetrado en municipios como Cartaya, Ayamonte, Benalup, Medina-Sidonia o El Bosque, entre otros muchos? Lentejas.
¿Por qué, junto al portavoz en Huelva de los extintos Verdes, no denuncia las maniobras del PSOE-A de Huelva y del empresariado onubense para, saltándose todos los cauces legales, dar el puntillazo definitivo al POT de la Costa Occidental de modo que se eliminen los escasos obstáculos que supone ya de por sí el citado documento para el avance imparable de la especulación, la insostenibilidad y la destrucción de nuestros parajes y recursos naturales? Lentejas.
¿Por qué Francisco Garrido, alias Esaú, que tanto pataleó por ostentar en exclusiva el marchamo universal de lo verde, un marchamo que, a la vista está, no le pertenece ni merece, ahora sólo lo lleva como hipócrita estandarte sólo en aquellos ayuntamientos que no están gobernados por el PSOE? Lentejas.
Ante la barbarie especulativa de los alcaldes del PSOE-A, auténticos paladines del “nacional-ladrillismo” (a uno también le gusta hacer a veces juegos de palabras tontos), ¿por qué no renuncia Esaú Garrido a su acta de diputado socialista en el Congreso? Lentejas. ¿Por qué los desechos que quedan de los fagocitados Verdes no rompen su “pacto” de Gobierno con el PSOE de Andalucía? Lentejas.
Lentejas. Tantas que, en el caso de que en la próxima legislatura los extintos Verdes sigan siendo necesarios al PSOE-A (que Roma no paga traidores), deberían cambiarlos de chiringuito y, de la Dirección General de Educación Ambiental, pasarlos a algún organismo dependiente de la Consejería de Agricultura y Pesca. Que las lentejas las gestionan a las mil maravillas. Lo que es la degradación cromática, recuerdo una película titulada “Del Rosa al Amarillo”. Esaú y sus secuaces están protagonizando una versión que podríamos denominar “Del Verde al lado oscuro”. Lentejas y más lentejas.
“Querido” Esaú, en IU LV-CA, lo sabes bien (y en ello no se notó en absoluto tu marcha, que algunos con conciencia eco-política agradecieron), aún queda un elevado porcentaje de militantes que se opone al ladrillismo, sea marxista o neoliberal. Entre los dirigentes de los extintos Verdes, al parecer, ya no debe haber nadie que no huela a otra cosa que no sean lentejas con chorizo. O a treinta monedas de vellón, que, aunque ahora parece que pudiera ser rehabilitado, Judas siempre fue famoso por haber vendido a los suyos.
Lentejas, sólo lentejas, una cosecha ingente y podrida de lentejas nada ecológicas. Nacional-lentejismo.
Pues si,lentejas y mas lentejas, verguenza le debia de dar al señor Garrido, además puestos a denunciar que denuncie, pero todo, no unas cosas si y otras no, que denuncie el ultimo vertido de fertiberia o la subida de ozono (que la delegada de medioambiente dice que es por los vehiculos), o que denuncie la carretera de Malpica, etc, etc, pero en estos temas no he oido para nada a este señor, claro tiene que seguir comiendo lentejas y que no se le caiga la cara de verguenza.....pero si aqui en Huelva tendria temas para estar todos los dias denunciando.