Lejos del Parnaso
A Hernán Sicilia
No busques la simiente de mis versos
En Erato, Terpsícore ni Euterpe;
Mi cántico es tan sólo el torniquete
Que impide que la herida del recuerdo,
Abierta en mis entrañas sin cauterio,
Derrame con mi sangre, prestamente,
La vida que aún me resta, hecha torrente
De infecto y nauseabundo abatimiento.
Así que, aunque agradezco los elogios,
Probablemente, en mucho, desmedidos,
Que me hacen por poeta los amigos,
Me fuese igual más grato que ese encomio,
El lícito respeto que merece
Aquél que sólo es un sobreviviente.
Ilustración: "El Parnaso", de Andrea Mantenga (1497)
¿Y què es, sino, sobrevivir comiendo versos....?