Usted está aquí: Inicio / Las alas del lobo / Blog / La mirada en el espejo

La mirada en el espejo

A través del espejo, cada mañana, el hombre de los ojos tristes me miraba desde la esquina opuesta de la barra del bar. Sin verme, con la mirada perdida. Al fondo del aparente sosiego de sus ojos verde oscuros se podía intuir una tempestad sin descanso, tal vez la inminencia de un naufragio. Me recordaba, sin saber exactamente a quién, a alguien muy familiar, aunque nunca llegué a conocer a nadie que pareciese albergar en su interior tanta amargura.

Soy una mujer a la que le impresiona mucho la tristeza ajena, y, en más de una ocasión, tuve tentaciones de acercarme a él para tratar de compartir su angustia, para ver si podía hacer algo que lo ayudase a comenzar a enderezar el rumbo que se le adivinaba perdido. Pero la turbidez pegajosa que flotaba a su alrededor siempre me mantuvo en mi sitio. O fuera de él, quién sabe.

Una mañana no volvió. Ni a la siguiente. Y entonces lo recordé cuando era otro, con otra mirada. Cuando aún no se había perdido. Cuando aún no me había perdido.

La mujer de los ojos tristes me mira, cada mañana, desde el fondo del espejo que hay tras la barra del bar. Tras su mirada perdida se adivina el espanto.
archivado en:
paquita
paquita dice:
01/02/2007 18:26

En principio pensé que era él mismo, pero no cuadraba lo de la esquina opuesta. En fin, hoy va de espejos.

ES BUENO.

Paquita