La fuerza de la prueba
Cuando al fin llegue mi hora
Vivido habré y habré
Desperdiciado tanto
Que aun habiendo vivido
Habrá sido arrastrado
Sin pudor lamentando
No lograr levantarme
Amputado cianótico
Sin sueños huero roto
Tragando y siendo broza
Que se intuye infecunda
Pero al cabo viviendo
Y me iré igual que en vida
Sin pasión con desgana
Demostrado que tú
Siempre en mí habrás vivido
Y yo siempre esperando
Y yo siempre esperando
Y yo siempre sabiendo
Que no que no que nunca
Entiendo tu pesar, tu desesperación, tu frustración, tu aflicción.
Tus últimos versos reclaman a gritos que cambies de aficción: Hazte, pues, palangana.
Besos y foro the word. (We are the children)