Lo que ocurre es que ella era la primera jefa de cocina, cheff internacional de reconocido prestigio, del restaurante que ambos regentaban. Cuando se conocieron, años atrás, él era el ayudante de camarero y ella ya era dueña de una cadena de restaurantes de alta gastronomía. Así rompemos los roles. Eso si, la dorada a la sal, con hierbas provenzales y vino de Jerez, no dejó nunca de ser el plato estrella del local. Se lo comieron a la luz de unas velas y después cambiaron besos por poemas.
Yo puedo atestiguar donde corresponda que lo que dice Manolo es cierto. No en vano, he comido allí infinidad de veces.
PACO HUELVA
Paradójicamente y tras injerir esa famosa dorada, -que no un salmón- un familiar mío pilló allí una salmonelosis del quinse. Los tiene denunciaos.
En la radiografía de su páncreas -o de lo que queda de él- se distinguen perfectamente unas manchitas blancas en plena e irreversible metáforis.
...Cosas que pasan.
Besos ahumados.
Alargaor, si ya lo dice Rafa, el secreto del exito de la dorada es que, aunque bien cubierta de sal, va rellena de versos, lo que les ha ocurrido a esos parientes tuyos es que igual le han sentado mal alguna que otra esdrújula, que como bien sabemos, a menudo, son de dificil digestión. Paco y un servidor hemos probado el asunto, toda una delicatesen para el paladar del alma.
Vino y besos.
Sigo atestiguando, cuán notario perdido en el desierto sin clientela a la que chupar las perras, que todo lo dicho aquí, hasta ahora, es completamente cierto.
DOY FE
PACO HUELVA
Tómese una dorada bien fresca (no ha de tener en sus ojos esa turbidez propia de las lágrimas resecas de los muertos).
Introdúzcasele unos versos, a ser posible propios y que no tengan ese regusto evidente a plagio tan característico de ciertos poemas, lo más cerca que permitan las circunstancias de los jugos biliares, sin que se contaminen mutuamente.
Agregar un poco de vinagre y dejar macerar durante unas horas (es preferible que sean horas de sesenta minutos y que cada minuto se desparrame durante sesenta segundos hasta su último suspiro -o tictac, que, para el caso, viene a ser lo mismo-).
A continuación proceder a limpiar bien el resultado, poniendo especial atención en no quebrar ningún verso, que, a veces, sangran.
Cubrirlo todo de sal y meter al horno, previamente precalentado a temperatura de deshielo, hasta que vea calcinada completamente su cocina.
Entonces, llame a los bomberos, así como a algún especialista en salud mental (por si es preciso dar apoyo psicológico a algún bombero demasiado sensible).
Tras ser apagado el fuego, tome los versos, procurando evitar el contacto directo con sus manos, colóquelos en una fuente de cerámica quebrada, y déjelo enfriar por unos años (a ser posible de 365 días, se admite uno más en el caso de los bisiestos).
Finalmente, sírvase bien frío, como plato único, sin entrantes ni postre.
Et voila... Hay quién asegura que, además de poder resultar delicioso para paladares expertos en sinsabores, resulta un alimento muy completo (ideal para soportar el tránsito interrumpido de aquellos que se dirigen al cadalso y se quedan anclados en el corredor de la muerte).
Un abrazo ...et bon appétit.
Rafa (descendiente legítimo, por la rama materna, de Tío Lucas González de Caso)
Te olvidas, Rafa Adriá, de recomendarnos un elixir, nectar, o caldo de buena uva, (según los expertos en el mollate la única uva buena es la uva pisada), con el que degustar el pescaito de marras. A todo plato de tan magna dedicación, entrega y elaboración no debe privarse jamás de un buen acompañamiento, en la copa y, si es posible, también tras los postres y en horizontal.
Uva pisada y besos.
Ciertamente, un olvido imperdonable lo del caldo de baco (jamás una cosa, que no se hiciera con la cabeza, resultara tan deliciosa y perfecta). Yo prefiero, ya sé que es una aberración gastronómica, pero que le voy a hacer, un buen tinto.
Y, bueno, creo que, finalmente, este juego-jugo gastronómico, por mucho que nunca podamos alcanzar el "El Dorado", está resultando de lo más jugoso.
Vino y "bersos".
Rafa
Ps. Alargaor, por lo que me cuentas, casi puedo asegurar que los versos que consumió ese familiar tuyo, contenían algún epéntesis, síncopa o diástole, que no son nada recomendables en este tipo de cocina (nada como un buen oxímoron, para dar un toque final con el que sorprender a los comensales).
Yo incluso me atrevería a recomendar a ese familiar de Alargaor, que tan mal lo ha pasado con la dorada, que antes de incarle el diente a plato tan complejo como este que nos trae a debate, comience con la sopita de letras, mucho más ligera y apropiada para ir acostumbrando al estomago a viandas de más contundencia, porque así, sin entrenamiento ni nada, meterse entre pecho y espalda una dorada rellena de versos, una caldereta de estrofas a las finas rimas o carpachio de serventesios a la marinera, es mucho pedir...¿no?.
Bueno, como lo mío no son los versos, intentaré hacerme de una cajita de doradas para la semana próxima(con los ojos verdes de mar verde y esperando que pasen el casting de Rafa León). En vuestras hábiles manos dejo el vino, la sal, el fuego y los versos.
Pd.: No garantizo nada, depende de si sigue bajando el crudo Texas.
¿Es esto una invitación, Manuel Feria? ¡¡¡¡Fantáaaaaastico!!!! Si es así, esperemos que los de la OPEP -incluidos los futuros cándidatos a formar parte de esta organización- se enrollen; je, je.
(A dorada regalada no le mires las escamas -bueno, el familiar de Alargaor sí debería hacerlo, por aquello de los hemistiquios intestinales-).
Un abrazo
Rafa
¡Pues, mirad!, yo soy capaz de quedar, con gente como vosotros de tan buen comer -y mejor hacer- guisos de palabras, hasta pa tomarme unos buenos boquerones en vinagre con el vino que os de la gana.
(EL NOTARIO DEL DESIERTO LENGUÍSTICO)
DOY FE
PACO HUELVA
Por si hubiera algún malpensante por esta página, que últimamente hay que ser muy correcto aquí con esto de las palabras, he dicho lenguístico, de lengua, de paladar; de cosa rosa que a veces sale al exterior de la boca -entre los dientes, si se tienen- y se mueve en la dirección necesaria según para qué usos se la saque u oree, como queráis.
La linguística es otra cosa de la que entiendo más bien poco, aunque persevero.
EL NOTARIO
PACO HUELVA
joé, lo que está dando de si la puñetera doradita...Qué arte quillo... Esta vez reconozcamos que se nos ha ido la perola un rato de lejos, pero, qué se le va a hacer, es lo que hay, no tenemos remedio. Menos mal que el Rafita sólo refirió el primer plato, si llega a plantear el segundo, el postre, la copa, el puro y el polvo no sé dónde hubiéramos llegado. Bueno si, si que lo sé.
Mosto de la tierra y besos.
Según el último parte médico que he podido conseguir gracias a que otro familiar mio, celador, se tomó mi patición con muchísimo celo, uff, (mejor pongo un punto y respiramos argo de O2). Mi aludido paciente intoxicado por la dorada evoluciona peor.
Sin embargo, para el almuerzo de esta mañana, el muy yoquesé se pidió otra dorada.¡Tóma ya!
Al final, y tras una petera extentórea sobre la sopa de sobre que le puso por delante una petarda en bata del sas, mi familiar ingresado, tuvo que tragársela, y acto seguido, y por mor del resultado obtenido con sus quejas, se comió una mierda.
Besos.
Y, digo yo. Por qué no preparamos una dorada con los restos de la setas de Ana Román e invitamos a algunos de los últimos comentaristas que nos han salido por aquí en los últimos tiempos, por mor de ver, si una buena diarrea (no he dicho mental, dios me libre,)le aclaran algo sus patibularias neuronas.
PACO HUELVA
¿Y tú, Paco, habías leído el mío al proyecto de erotismo de Ana Román? Vamos a tener que inaugurar una sección de fenómenos paranormales (que para-anormales ya estamos teniendo más de una muestra últimamente).
Vino y "bersos"
Rafa
Ps. Alargaor, vista como está de escatológica la cosa en el hospital donde está tu pariente, yo le recomendaría que leyese al Marqués de Sade. Más que "na", "pa" ir a tono con la decoración. Y nada de "pescaítos" al horno o a la plancha. Mucho cerdo ibérico (que tiene colesterol del bueno, dicen).
Pues no, Rafa, no lo había leído. No obstante, hay veces que cierta anormalidad viene bien si los que te acusan de la misma se llaman así mismo normales.
UN ABRAZO
PACO HUELVA
Y digo yo, si ella limpió la plateada dorada, tiraría las visceras y su fundido poema ¿no?, además, si le quitó las escamas, cómo cometió el delito de ponerlo a la sal.
Ha llegado a mis oídos que el transgresor no es otro que ella misma e inmediatamente ha sido denunciada y puesta a disposición judicial por malversación del pescado fresco de picisfactorías,el cual era apto sólo para cocinar a la espalda por cuestiones de sabor. La acusación particular tiene pruebas de la existencia en el ristorante de montones de peces gordos y pide indernizar al familiar de Alargaor con quince docenas de ostras de las rias gallegas.
Al que se le ocurrió lo del regalito también lo han condenado, por besugo, a escribir el libro "Cien mil recetas de cánones".
Y ahora voy a descansar, que me duelen los sesos del esfuerzo mental.Pero ésto no puede quedar aquí.
¡Vaya! buenos reflejos, Victoria: "Ella lo limpió, concienzudamente, y lo hizo al horno...", aunque al tal pescado de confuso nombre con tintes mitológicos, al menos para el caso, no le fue quitada ni una de sus escamas, sí que hubo algo que fue limpiado para ir al crematorio y otro algo para ir al cubo de la basura. En que consistían cada una de esas dos fracciones... nunca lo sabremos.
Y no, no es un asunto de roles en esa sempiterna oposición entre hombre y mujer en la que ésta última, hasta ahora, siempre a salido perdiendo. Más bien tiene que ver con actitudes diferentes ante la vida.
En cuanto a las líricas vísceras, ya sea cremadas, ya inhumadas en vertedero (o, también pudiera ser, devueltas al ciclo de la vida tras ser tratadas mediante avanzadas técnicas de biocompostaje), en cualquier caso, descansan en paz. A este respecto, y en relación con los otros dos protagonistas de la historia, sería muy arriesgado decir lo mismo.
Un abrazo
Rafa
Menú del día:
- Sopa de tentaciones al rayito de luna.
- Torciditos de caracolas rellenas de rumor de olas.
- Ensalada de poetas con chifladura nocturna
- Para picar, gominolas de ropa interior incendiadas de deseo.
- Ostras viperinas para los niños malos
- Besitos de almibar y ron de pirata caribeño para los que son buenos.
- Tirabuzones de versos con ambrosía de lujuria clandestina y lagrimitas de amantes.
- Y de postre..., Sentrañitas de angel con licor de meláncolía..
Todo ello al módico precio de un mordisquito en el corazón o unos besitos robados, de esos que se ahorran desde la adolescencia para cuando nos falta la calderilla.
Los fines de semana hacen la dorada, que yo lo he visto en la pizarra.
Vino y besos.
¡Ostras! Manolo, cuando vayas a ese famoso Restaurante donde sirven ese codiciado Menú, me avisas, que me voy a quedar allí a vivir la calderilla de vida que me queda.
PACO HUELVA
¡Ah! Por cierto. Reservamé una mesa para dos permanenetemente, porque ese menú, convencido estoy, le gustará a mi amiga María Gómez y quiero gozar infinitamente de su palabra serena, su eterna sonrisa y sobre todo, de sus caricias hechas de versos de colores.
PACO HUELVA
Sin problema Don Paco, que la amiga María se apunta a un bombardeo, y en este caso, siendo para cuestiones de alimento, bien para el alma o bien para el estómago, con el buen apetito y mejor paladar que para estas cosas tiene la dama en cuestión, seguro estoy que no se resiste a tan grato ofrecimiento.
Vino, vino, vino, vino, vino y mas besos.
Quedan los roles bien, muy bien delimitados. Hasta el del pescado queda claro.