La Biblia contada a los ateos (por Octavio Fernández Zotes)
Todas las vías romanas tenían fama de gozar de una buena conservación. Todas, excepto el camino de Damasco. En él, a causa de los baches, hubo un tropezón y San Pablo cayó del caballo.
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Adán se aburría tanto en el Paraíso que pensó: ¡No es bueno que el hombre esté solo!
Y creó a Dios.
No le sirvió de mucho. Pronto se dio cuenta de que seguía solo.
Dios le había abandonado.
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Adán se vio tan dejado de la mano de Dios que cayó en una fuerte depresión. A falta de Prozac, probó a combatirla a base de robar fruta en Paraísos ajenos.
Aquella manzana tenía aspecto de inocente. Era redonda y compacta como si estuviera destinada para una ofrenda. Era de un color rojo que recordaba al corazón.
En la tersa superficie presentaba un orificio. A través de él, reptando como un gusano, apareció un ser ambivalente y contradictorio; adorable y desconcertante. Tan pronto mostraba una apariencia de ser arcangélico, como de una serpiente viperina, venenosa y enroscada: Era Eva.
A partir de ese momento el Universo se convirtió en un caos, pero, ¡qué duda cabe!, mucho más entretenido.
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Octavio Fernández Zotes, "Foz", (www.poesiaenelparamo.com) amigo y poeta nacido en Cabañeros (León) y afincado en Galdakao (Vizcaya). Ha publicado los poemarios “En las zarzas del camino” (2005) y “Memorial inacabado” (2006). Una buena muestra de su poesía, así como algunos relatos suyos aparecen publicados en el portal literario de El Recreo (www.el-recreo.com)
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Adán se aburría tanto en el Paraíso que pensó: ¡No es bueno que el hombre esté solo!
Y creó a Dios.
No le sirvió de mucho. Pronto se dio cuenta de que seguía solo.
Dios le había abandonado.
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Adán se vio tan dejado de la mano de Dios que cayó en una fuerte depresión. A falta de Prozac, probó a combatirla a base de robar fruta en Paraísos ajenos.
Aquella manzana tenía aspecto de inocente. Era redonda y compacta como si estuviera destinada para una ofrenda. Era de un color rojo que recordaba al corazón.
En la tersa superficie presentaba un orificio. A través de él, reptando como un gusano, apareció un ser ambivalente y contradictorio; adorable y desconcertante. Tan pronto mostraba una apariencia de ser arcangélico, como de una serpiente viperina, venenosa y enroscada: Era Eva.
A partir de ese momento el Universo se convirtió en un caos, pero, ¡qué duda cabe!, mucho más entretenido.
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Octavio Fernández Zotes, "Foz", (www.poesiaenelparamo.com) amigo y poeta nacido en Cabañeros (León) y afincado en Galdakao (Vizcaya). Ha publicado los poemarios “En las zarzas del camino” (2005) y “Memorial inacabado” (2006). Una buena muestra de su poesía, así como algunos relatos suyos aparecen publicados en el portal literario de El Recreo (www.el-recreo.com)
Qué sorpresa, Rafa, Octavio. Y digo yo que por qué no tiene Foz un sitio para él solo en onubenses? Podría ser?