Hasta siempre (2)

Me marcho, no creo que vuelva. Y si algún día lo hago, habrá de pasar antes mucho tiempo. Habrán de soplar nuevos vientos. Llevo un tiempo asfixiándome en mis palabras en este territorio, a pesar, tan querido. No he querido hacerlo sin despedirme. Ni sin agradecer, a Manolo Gualda, a mis compañeros columnistas y a todos aquellos que se han adentrado en el mundo de mis palabras, su apoyo, su amistad y su camaradería. Pero esta asfixia ya me duele más de lo que quiero soportar. No andaré lejos, he buscado una isla exclusiva donde verter en la soledad mis emociones. Allí, sin duda, me encontraré más libre. Aunque sentiré perder vuestra proximidad. De todos modos, volveré cada día a visitaros, a daros los buenos días, a compartir vuestras palabras. Ha sido un placer estar a vuestro lado. Buena suerte.