Aun sabiendo que no existe,
Rebusco cada mañana
Tu foto por Internet.
Y es que apenas ya recuerdo
Las que tengo almacenadas
En las tripas del pecé.
Y escribo las cuatro letras de tu nombre apocopado
En el buscador de imágenes del Google:
De uno a veinte
De aproximadamente
Dos mil cuarenta resultados
-Ya sabes bien que tu nombre no resulta muy corriente-.
Sigo pasando las páginas,
Mas tu imagen no aparece
En las siguientes entradas
(Como todas las mañanas
A la hora del café).
Y es que en Google no se encuentra,
Por mucho que lo busquemos,
Todo aquello que anhelamos.
Rebusco cada mañana
Tu foto por Internet.
Y es que apenas ya recuerdo
Las que tengo almacenadas
En las tripas del pecé.
Y escribo las cuatro letras de tu nombre apocopado
En el buscador de imágenes del Google:
De uno a veinte
De aproximadamente
Dos mil cuarenta resultados
-Ya sabes bien que tu nombre no resulta muy corriente-.
Sigo pasando las páginas,
Mas tu imagen no aparece
En las siguientes entradas
(Como todas las mañanas
A la hora del café).
Y es que en Google no se encuentra,
Por mucho que lo busquemos,
Todo aquello que anhelamos.