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Gato por liebre (Lepe’s snowflakes)

No, finalmente, y por fortuna, no nevó en Lepe. Porque, al enterarme del rocambolesco anuncio del primer munícipe, ya me imaginé al pueblo invadido por un ejército de cañones productores de nieve, importados directamente desde Sierra Nevada, malgastando dos recursos, como son agua y energía, derrochados ya de por sí hasta la saciedad para gloria del modelo económico insostenible al que estamos sometidos los ciudadanos y los recursos de la provincia de Huelva, Andalucía y todo el mundo mundial (salvo Cuba y algún otro rinconcito subdesarrollado, según nos dicen ciertos subversivos organismos de Naciones Unidas). Un modelo nefasto cuyos efectos perversos apenas sentimos, narcotizados por las ingentes dosis de pan y circo, poco pan y mucho circo, que nos son dispensadas por los traficantes de sueños alucinógenos que cada día con mayor fuerza proliferan en el ámbito político. Ya vendrá la mañana de dura resaca.

Pero, como digo, por fortuna todo se quedó en humo. O, mejor dicho, en espuma. Por que en lugar de traer a Lepe un trocito del Mulhacén, el alcalde "regaló" a sus ciudadanos un remedo de chiringuito playero con su cañón de espuma haciendo las delicias de los niños y los menos niños. Y tal cosa, aunque intrascendente para el bienestar del pueblo lepero, no hubiera estado mal, siempre que al pan se le hubiese llamado pan y al vino, vino. Eso sí, el efecto mediático originado por el fraude ha sido espectacular. Un sin fin de medios de comunicación presentes para contemplar el "milagro", que al final sólo quedó en un burdo truco de pésimos trileros. Y aún, a pesar de la trampa, tenemos que desayunarnos con las alabanzas que le dedican al santo munícipe lepero, obrador de prodigios falsos, por su gesta, ciertos creadores de opinión aparentemente fascinados, o puede que interpretando su papel de "ganchos", por un devaluado e insulso truco de tosca magia barriobajera que, en principio, casi prometía obrar la multiplicación de los panes y los peces.

Así es la política provinciana de nuestros munícipes: promesas falsas hasta en lo intrascendente, espuma por nieve y gato por liebre.
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Manolo Rubiales
Manolo Rubiales dice:
10/12/2006 12:56

Ahí está...Y a mi que al principio hasta me pareció singular y simpática la idea de "la blanca Navidad" lepera, por aquello de que si la montaña no va a Mahoma, éste se guannaja a la montaña. Ya me vehía yo a los campañilleros del lugar interpretando, con razón de ser, los nevados villancicos, esos que por aquí se cantan sin haber visto más nieve en la vida que la escarcha del congelador, y al ayuntamiento proponiendo densos cursos FPO para monitores de esquí. Pues resulta que no, al carajo el invento, que todo era espumita de la señorita Pepis, ya me parecía a mi que las barbas de Santa Claus eran postizas, y de renos nada de nada, que son dos pescadillas con cuernos pegados, de las que se descargan de los barcos en El Terrón, y si alguien se creía que el Ayuntamiento de Lepe había puesto bolitas de colores en los árboles del pueblo se vuelve a equivocar, que son fresones envueltos en papel de brillitos. ¡Tesquiereiyá alcalde!. Anda que..., menudo chasco más grande quillo, a ver que hago yo ahora con el juego de cadenas que he comprado para poder circular con el coche cuando paso por Lepe, camino de Portugal, a comprar toallas.¡Qué tangaso más grande picha! Seguramente ahora nos vendrán con que los Reyes Magos no existen, que son los padres y que la abuela fuma. Joé.

Vino y besos.

maria g.
maria g. dice:
10/12/2006 21:56

Pero lo peor de todo fue que la gente que estuvo en Lepe venía como encantada. Supongo que por no reconocerse víctimas.

Que, como diría Galeano,el mercado nos compra, chic@s.

Bueno, ahora que recuerdo, cuando Rojas Marcos era alcalde de Sevilla propuso una playa en la city. Él se fue de alcalde y yo me vine a Huelva. No sé qué pasaría. Lo que es cierto es que lo queremos todo, qué asco de bobalización (está claro que vi la entrevista a Galeano ayer)

Victoria
Victoria dice:
10/12/2006 23:48

Para los leperos, una bicoca publicitaria y comercial por “graciosos”, para otras alcaldías, envidia cochina, cuyo resarcimiento ya lo veremos; la próxima navidad no se venderá espuma para el pelo en ningún sitio, y para los visitantes, otra demostración de que están magnetizados y congelados.

¡Esto es el colmo!

Un beso.