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En un charco (por Blas de Otero)

No vengas ahora. (No vengas ahora,
aunque es de noche.)
Huye.
Hay días malos, días que crecen
en un charco de lágrimas.

Escóndete en tu cuarto y cierra la puerta y haz un nudo en la llave,
y mírate desnuda en el espejo, como
en un charco de lágrimas.

A la orilla del mar me persigue tu boca
y retumban tus pechos y tus muslos me mojan las manos,
en un charco de lágrimas.

Me acuerdo de que una vez me mordiste los ojos.
Se te lleno la boca de pus y hiel; pisabas
en un charco de lágrimas.

Despréciame. Imagíname convertido en una rata gris,
sucia, babeante, con las tripas esparcidas
en un charco de lágrimas.
Lucia
Lucia dice:
23/01/2007 13:08

¿Cómo despreciarte, imaginarte babeante,tripa esparcida? si, todavía "A la orilla del mar me persigue tu boca y retumban tus pechos y tus muslos me mojan las manos,en un charco de lágrimas."... si soy...



"Puente de dos columnas,

y yo río.Tú, río derrumbado, y yo su puente

abrazando, cercando su corriente

de luz, de amor, de sangre en desvarío."

(CUERPO TUYO Blas de Otero)



Un abrazo.























Puente de dos columnas, y yo río.

Tú, río derrumbado, y yo su puente

abrazando, cercando su corriente

de luz, de amor, de sangre en desvarío.