El terco corazón de los despojos
Último parte médico:
En todo punto y hora irreversible,
su estado es extremadamente grave.
Punzando, macerando, desgarrando,
un número incontable de lesiones
de carácter recóndito e interno
ya han afectado con apocalíptico
e irrefrenable encono
gran parte de sus órganos vitales:
los sueños, los deseos,
el alma, la esperanza...
No obstante, su agonía
-su corazón fue siempre fuerte y terco-
ineludiblemente será larga
-quizá pueda durar toda una vida-
e insoportablemente dolorosa;
no surte efecto alguno la morfina.
Va creciendo el dolor,
distópico, en su adentro
como crecen las uñas
de los muertos.
¡Cabronazo y más que cabronazo!, has conseguido el soneto o lo que sea, más demoledor -y "doledor" por otro lado-, más tétrico, pavoroso, desasosegante -si es que eso es algo malo malísimo.Poema terminal como una térmica de carbón y cabrones, como tú, que no sé de donde te habrá salido tanta mardá junta y tanto malfario chungo. Tú sigue así de Lugosi que a las niñas de ZP le salga un novio arto. jeje.Bss.