El debate definitivo
"Hoy están con nosotros
Fulano, Zutanito, Mengano y Menganota
que, como ya conocen
los telespectadores,
aspiran a ejercer de Presidente
del futuro Gobierno que saldrá de las urnas,
y que van a ilustrarnos
sobre sus respectivos programas. Comenzamos
preguntando a Mengano
cuáles serán sus líneas
de actuación en materia de Cultura y Deporte.
"Pues ya que trataremos
de cultura, permita
que responda entonando
con mi voz prodigiosa
un tema de Lluís Llach.
(Qué forma de perder
audiencia. Los melómanos,
al menos, estarán
a punto de morir
ahítos de diazepam. ¡Y quién cojones
traería la guitarra¡)
"¡Estupendo! Después
de esta interpretación
digna del festival
de Eurovisión, pasamos
a darle la palabra a Menganota
para ver que nos tiene que decir al respecto.
"Sobre el tema propuesto,
de sobra es conocida
mi afición a patear
montañas, si es posible,
nevadas. Y no puedo
dejar de mencionar
el enorme talento
del actual Presidente
como comentarista
deportivo.
. . . . . . . . (¡Puñetas,
qué nivel!; ojalá
desaparezcan todos
los equipos de fútbol,
y ocurra un cataclismo
que acabe con cualquier
montaña del planeta).
"¡Magnífico! Y ahora
nos toca conocer
la opinión de Fulano.
"Lo cierto es que después
de las intervenciones
precedentes no queda
mucho ya por decir.
Tan sólo comentar,
tras oír a Mengano,
que en cuestiones de Kante,
prefiero a Kant y su ética
de la razón sin mácula.
(¡Por Foucault y Simone
de Beauvoir, si Aristóteles
y Platón levantasen
la cabeza!).
. . . . . . . . . . "Y por último,
sepamos que nos tiene
que decir Zutanito.
"Me van a permitir
que me centre en la práctica
deportiva y sus riesgos,
y, más concretamente,
en un modo infalible
para evitar las siempre
molestas agujetas.
¿Alguien en el estudio
tiene una licuadora
a fin de demostrar
mi habilidad innata
en la elaboración
de zumos isotónicos?
(Después de soportar
tanta gilipollez,
¡qué zumo ni ocho cuartos!,
preciso con urgencia
un par de lingotazos
de aguardiente).
. . . . . . . . . . . . . . "Y sin más,
y dándoles las gracias
por tan interesante
debate, despedimos
a nuestros invitados
no sin antes desearles
mucha suerte en los próximos
comicios.
. . . . . . . . . (¡Ojalá
los despidan a todos
para siempre en las urnas!)