(Des)Gobierno y crisis: otra actuación más, desvergonzada, insultante y sin ética
El pasado 17 de mayo, en el Boletín Oficial del Estado número 120, se publica la Resolución de 3 de mayo de 2010, de la Subsecretaría de Trabajo e Inmigración del Ministerio del mismo nombre, "por la que se convoca para el ejercicio 2010 la concesión de subvenciones a las organizaciones sindicales en proporción a su representatividad por la realización de actividades de carácter sindical". Unas subvenciones cuya cuantía total asciende a 15.798.500 euros.
No voy a entrar en este breve texto a hacer crítica de la labor de las organizaciones sindicales, no es ese el objeto y, además, en este momento, los trabajadores necesitamos más que nunca establecer alianzas para defender, a uñas y dientes si fuese necesario, nuestros derechos, todo aquello que nos han y pretenden seguir robando, evitando cismas innecesarios con cualquiera de los posibles aliados.
Pero lo que clama al cielo es que los mismos que en estos días están perpetrando su indecente, interesada y cobarde agresión contra los trabajadores en particular y contra el pueblo en general convoquen estas subvenciones con "la finalidad de (...) fomentar, mediante la financiación, la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores".
¿Se puede tener mayor cinismo y menos poca vergí¼enza al reflejar en negro sobre blanco en documento oficial semejante tomadura de pelo, semejante falacia? ¿Se pueden tener menos escrúpulos? ¿Se puede ser más...?
Sólo espero que los sindicatos no se dejen comprar por estas míseras limosnas que, como migajas de pan duro, caen de una mesa gubernamental que hace tiempo se viene dedicando a esquilmar a los trabajadores y al pueblo para hacer engordar a especuladores y banqueros; de la mesa de unos miserables que en lugar de dedicarse al servicio al pueblo para el que fueron elegidos, ofician de mamporreros de aquellos que no cesan de enriquecerse a costa de las cada vez mayores penurias que viene sufriendo un pueblo, el español, que, por cierto, todavía no parece haber despertado de aquel sueño de vacas gordas a las que ya no les queda apenas una gota de leche en sus ubres.
http://boe.es/boe/dias/2010/05/17/pdfs/BOE-A-2010-7945.pdf