Canalla
Cuando les explicó sus pretensiones, no dudaron ni un solo instante en avalarlo con sus escasos bienes. Al cabo, el objetivo que se perseguía con la petición de aquel crédito no era otro que el de tratar de salvar a la empresa y, con ella, sus propios puestos de trabajo. Nunca sospecharon que su verdadera intención era dedicar aquel préstamo a abonarles el finiquito.