Bragados en Constricciones
Ana Conda, portavoz del Excmo. Consejo de Administración de la transnacional especializada en obras faraónicas, Bragados en Constricciones, ha asegurado esta mañana en conferencia de prensa, que "si el Gobierno no reduce a la mínima expresión las inversiones en educación, sanidad y políticas sociales, a fin de de dedicar los recursos liberados a incrementar de manera exponencial la ejecución de obra pública, la patria, más temprano que tarde, se irá al puto carajo" (sic). La reacción gubernamental no se ha hecho esperar, y el ministro del ramo (marchitas, cómo no, las flores) se ha apresurado a preguntar de manera retórica: "¿A quién hay que chupársela?" Por su parte, un representante no electo del constreñido colectivo de los parados de larga duración, que ha preferido permanecer en el anonimato, ha afirmado no sentirse sorprendido ni por las demandas de la primera ni por la servil reacción del segundo. "Ya sabemos que Dios aprieta pero no ahoga, pero estos bastardos de golpe en pecho y limosna, estos parásitos infectos e insaciables, son otra cosa, una apisonadora del demonio, una trituradora" "ha afirmado, para acto seguido, pese a haber desvelado la autopsia que sus propias costillas le habían acribillado los pulmones, expirar por causas indubitablemente naturales, según el dictamen forense.