Amanecer de un eclipse
No hubo suerte, salieron mal las cosas.
Ignoro mis errores, mas presumo
Que no fueron tan graves, tan punibles;
No estimo merecer tanto castigo.
Me niego en cualquier caso a arrepentirme
-Jamás fue mi intención causar congoja-,
Así que puede ser que al fin y al cabo
Consista en este exilio la justicia.
No obstante, pudo haber sido distinto:
La palabra, alegato irrefutable,
Fallando contra el cargo del silencio
Y haciendo conmutar esta ancha pena
Que el sueño en sus audiencias no redime
Ni al alba halla el cauterio del patíbulo.