29-S: con un motivo basta
El pueblo está tranquilo, como si no estuviese pasando nada. Al cabo, sólo han sido unos centímetros, y a base de toneladas de vaselina de las marcas la Roja, ahorasíahorametocaamí o, entre otras muchas, tonteríaslasjustas, ser objeto de la brutal sodomización de los poderosos, de las sanguinarias mafias económico-políticas que rigen nuestros destinos ya casi sin destino, puede llegar a parecernos que resulta hasta agradable.
Pero esta desmedida y hasta ahora nunca antes conocida ofensiva criminal del fascismo económico y sus pusilánimes mamporreros políticos de estómagos agradecidos y sonrisas profident sólo acaba de empezar. Y no cejará en su empeño hasta habernos succionado la última gota de aliento, de esperanza, y haber transformado nuestro presente en un páramo reseco y sombrío sin la leve luz de una utopía, y el futuro de nuestros hijos en un desierto, en un presidio, en una sucia mazmorra en la que, para subsistir día a día, tendrán que jugar a cada instante y al unísono los roles de torturadores y torturados, como deleznables y sucios peones del darwinismo social a ultranza, de la ley sin ley de la jungla.
Tal vez -el enemigo es tan fuerte, hace un juego tan sucio, pega golpes tan bajos- ya no haya manera de pararlos. Tal vez ya cualquier esfuerzo por hacerles frente sea inútil y esta sea la conspiración definitiva. Tal vez ya todas las cartas hayan sido echadas y ese futuro sin apenas futuro de mis hijos, de tus hijos, tenga ya la partida perdida. Pero no será con mi silencio, no con mis brazos cruzados, no con mi irresponsabilidad, no con mi cobardía, no con mi miedo. No, yo no seré un cómplice más en este linchamiento, en esta lapidación, en este empalamiento que pretenden perpetrar contra los inocentes. El 29-S, y el día siguiente, y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente... me revolveré contra estos criminales de cuello blanco con la paz y la palabra y, si fuese necesario, hasta a uñas y dientes. Y no sólo arriesgaré en mi afán mi miserable sueldo de un día o mi puesto de trabajo, sino, de ser necesario, hasta la propia vida. Mis hijos, tus hijos, su futuro, con sólo ese motivo, ya me sobra.
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Y no dejéis de ver este vídeo. Merece la pena.
PUNTO POR PUNTO, COMA POR COMA... YO VOY