Naufragio
F. Beltrán
Desde el lugar de las metáforas, las licencias poéticas, los personajes literarios, le miro. Miro al hacedor de versos, de poemas enteros, como al dios creador del cielo y de la tierra, del amar y de los amores. Naufrago en los poemas como si yo misma fuera esa metáfora diluida y sin acabar o desenfocada tal vez. Me ahogo y sobrevivo, me agarro al clavo hambriento de su cabello virtual, voy de una isla a otra, extenuada, empapada, cuerpo a tierra, cuerpo a verso. Uno tras otro como escalones, escalera interminable. Existes? Y yo, existo?
Después de haber sido arrojada de mi sueño en marcha, del más hermoso de los sueños, al mar éste de las soledades y el frío, su isla es un remanso, posiblemente irreal, pero remanso al fin. Amar después de amar.
Por cierto, María, tu "naufragio" es precioso, henchido de poesía. Fernando Beltrán no podrá más que sentirse orgulloso cuando lo lea. Igual que me he sentido orgulloso yo. Gracias María por la poesía. Espero que al fin, cojas "carrerilla" (tú vales mucho como poeta, aunque mucho más como mujer y aún más como ser humano)
Otro beso