Putas

La hija de Cacuito se meterá a puta. Cumplirá ochenta años, y tras una vida horizontal, no conseguirá dejar la profesión. Acampará su miseria en la misma esquina de todos los días. Dará de comer a las palomas del muelle. Modelará su propio concepto de la dignidad. Follará y hablará con los clientes amigos, desarraigados que tampoco desearán estar solos. Enseñará una foto de su nieta.

La nieta de Cacuito creerá no ser puta. Cumplirá treinta años y ya conocerá todas las artes para medrar en su profesión. Amortiguará la molicie de sexos corruptos. Su lengua apuñalará la vena aorta de los compañeros. Se pintará las uñas de los dedos de los pies. Nos convencerá de ser una víctima. No querrá aprender a decir que no. Tasará al subsuelo su dignidad. Se reunirá con sus clientes en una mesa oval para escucharse. Jamás enseñará una foto de su abuela.