Lone Star
Cacuito sabe que, además de un inmenso grupo de rock barcelonés de los sesenta, Lone Star es el mejor bar de Cacúa. Con diferencia, desde que El Slavón trancó hace una década (prodigiosa). El mayúsculo centro de ocio nocturno de España, según Diego A. Manrique, que también sentenció en su visita que era el único bar donde se exhibían más vinilos que botellas. Una institución que, exenta del carné ficticio de protagonista de la cultureta oficial cacuina, silenciosamente, sin alardes, en verdad nos alumbra, anima las noches con conciertos de rock, exposiciones fotográficas y escancia de maquetas, discos, fanzines, comics y libros. Un hervidero de pasiones arrumbadas. Una marmita de tipos que luchan contra el adocenamiento. Un garito que tiene las agallas de saludar a las estrellas solitarias con La mauvaise réputation de Georges Brassens.
¡Exijamos la reapertura inmediata del LONE STAR, ya!
Que no nos quiten lo bailao, ni lo de por bailar.
¡¡¡¡Kabrones!!!!!
¡Viva er Triana! Segurata del Lone cashondo donde los haiga.
(y me da que en ningún otro pub los hay, por cierto)
LONE STAR es un lugar intachable, un personal atento, legal y elegante. ¿Qué coño pasa con los reglamentos en este puto ayuntamiento? El Lone Star cumplía todos y cada uno de ellos a rajatabla. Y encima con auténtica clase y simpatía.
Esto es una injusticia de tomo y lomo.
Otra más.
Exijamos la reapertura inmediata del Lone Star y del acceso al baño lúdico en nuestra Ría.