Iluminados, extremistas y censores
Es una paradoja cruel, pero la democracia alimenta la reproducción de iluminados, extremistas y censores. Quizás porque nuestra democracia es ficticia (de eso no hay duda). Los poderes ya no te matan con el garrote vil, pero te asesinan lentamente a base de capitalismo salvaje. No sufrimos dictadores caníbales, pero, obsesionados por la corrección modosa, esta dictadura de saldo mutila cualquier atisbo de creatividad. Porque la creación es la libertad. Y no interesan ciudadanos libres, que reflexionen y cuestionen, que hagan peligrar los cimientos del pensamiento único. Cacuito asiste estupefacto a la rabia iluminada de censores, siempre prestos a percibir apología de la violencia y del turismo sexual en estéticos e inocuos anuncios publicitarios. Atención que llega El Rocío. Nada más lascivo que una niña de siete años insinuando sus faralaes.
RocÃo...Puff, o eso o que un puñado de menores, en horario de estar soñando, salgan por la pantalla pública andaluza, haciendo entrevistas a famosetes de ganaderÃa rosa. Lo único que no es creativo es una guerra, todo lo contrario, y de eso hay por doquier todo el dÃa a cualquier hora, pero, oh. amigo mÃo, que no nos enseñen tetas ni posturitas estrañas que nos tiramos de los pelos.
Vino y besos.