Apaga tu móvil
Hace un mes, se hizo la oscuridad para Cacuito. Fue convocado a frenar el cambio climático. Bastarían cinco minutos de ahorro energético para ayudar a paliar el Apocalipsis. Finalmente, no se economizó gran cosa: en euros, unos ocho mil. Hoy, vía sms y correo electrónico, Cacuito recibe otra gentil invitación. Ahora va a chinchar a esas operadoras de teléfonos móviles que, en respuesta a la ley contra el redondeo, subirán las tarifas, de la forma en que cabía esperarse de multinacionales del lucro, estudiosas de la estupidez humana, de los resortes que nos mueven a convertir en imprescindibles bienes que no tienen valor. Estas técnicas masivas de movilización son románticas, emotivas incluso, pero ya perdieron su efectismo, y está muy en duda su efectividad. Cierto es que ayudan a concienciar. Pero la conciencia sin acto es el trino de un pájaro mudo.
Hagámoslo, aunque solo por sea por el gesto -y pese a que no sepamos cantar-. PAQUITA