Mi niño llora a mares,
pisó una mina;
su cunita de helechos
desvelo expira.
Mi niño tiene fiebre,
fiera malaria;
delirante vigilia
su sueño arrasa.
Duérmete ya, mi cielo,
olvida el hambre;
por apagar tu sed
daría mi sangre.
Mi niño se ha dormido,
cierra la puerta;
su cuerpo y su alma, fríos,
ya no despiertan.
¡Vaya, Rafa! Es como si me dieras una pedrada en el alma o en algún sitio similar...
UN ABRZO
tengo frío Rafa, mucho frío....
Incluso la nana de la cebolla se la han papeao ya los lagartos famélicos de Papúa Nueva Guinea. El temita es humanizante.Como tú, gijarro humilde (pero alto).
Trigo y Rodrigos. Bss.
seremos capaces de recapacitar algún dia??
Y el personal en los centros comerciales y el júrgol ...