La sorpresa
Ya en la final, y pese a parecer contar con todo a su favor, les fue imposible consumar la gesta. Tanto el cancerbero titular como sus dos suplentes, en solidaridad con los millones de afectados por el recorte de derechos laborales y sociales perpetrado recientemente por el gobierno de su país, decidieron a última hora y de manera sorpresiva declararse en huelga de brazos caídos. "Así es que no hay forma" fueron las únicas y lacónicas declaraciones del seleccionador nacional al respecto. A su llegada al aeropuerto, una horda de trabajadores a tiempo parcial y de desempleados de larga duración esperaban a los huelguistas con la intención de proceder a su linchamiento, motivo por el cual las fuerzas de seguridad del estado hubieron de emplearse con inusitada contundencia. Ello, no obstante, no fue suficiente para impedir que fuesen agredidos por un agente de la policía local que les propinó varias decenas de patadas y mordiscos hasta ser finalmente reducido por una limpiadora que, a objeto de combatir el hastío, practicaba halterofilia y vale tudo durante sus horas sindicales.
JJEJEJE, SI ES QUE HASTA LAS UTOPÍAS AL FINAL SE ACBAN TORCIENDO