La convivencia entre paisajes urbanos... (Por C. Parejo)
LA CONVIVENCIA ENTRE PAISAJES URBANOS ANCIANOS, JÓVENES Y ADOLESCENTES: LA BARRIADA ELCANO-LOS BERMEJALES DE SEVILLA CAPITAL.
Carlos Parejo Delgado
HUERTAS DE SAN GONZALO.
Este pequeño conjunto residencial de apenas una decena de viviendas unifamiliares fue mandado edificar por el general Queipo de Llano en la década de los treinta, para atender las necesidades de vivienda de damnificados por la Guerra.
Cuando se promovió esta barriada, alrededor todo era campo. Antaño cada casita tenía su huerto y su vaquería, cuyos productos vendían en la ciudad. Abastecían de alimentos frescos a los habitantes de barrios cercanos como Heliópolis. La única unión de esta barriada con la ciudad era un estrecho y pequeño puente metálico que cruzaba el antiguo cauce del río Guadaira, en el que había que prestar especial atención a no meter el pie en ningún hueco pues eso suponía caerse al agua.
La tipología edificatoria de las Huertas de San Gonzalo es la de una pequeña ciudad jardín para clases populares, y tiene concomitancias con otras promociones inmobiliarias de dicha época como la de la Plaza de Vista Hermosa (Barriada de Miraflores en el arrabal de La Macarena).
Su diseño urbanístico es avanzado para su momento histórico. Una vía de acceso da entrada a una plazoleta delantera de forma cuadrangular, orlada de árboles, donde se pueden aparcar los vehículos. En torno a ella se dispone el caserío como en un anfiteatro, mirándose unas viviendas a otras.
Las casas de las Huertas de San Gonzalo son chalecitos unifamiliares de una sola planta. Tienen muretes encalados y rejas bajas de entrada, con su tradicional buzón de correos al lado. Le sigue un pequeño patio delantero, hermosamente adornado con macetas de flores y otras plantas, e incluso con algunos alcorques de frutales como naranjos y limoneros. La mayoría han enlosado su pavimento, o lo han entoldado, y se ha convertido en una sala de estar al aire libre.
Sus fachadas están pulcramente encaladas, y tienen rebordes de color albero como elemento de transición a los tejados. Su parte inferior –hasta el medio metro de altura- se ha alicatado con azulejos para limpiarlo más fácilmente.
Las puertas de entrada –al igual que en la barriada Elcano – son de linda rejería metálica de forja artesanal de tonos negros o verdes, y tienen forma de arcos de medio punto. Las ventanas o huecos laterales tienen rejerías metálicas de formas geométricas que sirven también para protección contra robos. El tejado a dos aguas y con tejas árabes tiene un diseño original. En la parte delantera hay un tejado estrecho y con disposición longitudinal, que da cobijo al porche o espacio cubierto de la entrada de cada casa. Este tejado confluye con el tejado del resto de la vivienda, dispuesto transversalmente.
En definitiva, Las Huertas de san Gonzalo es una pequeñita ciudad jardín, ejemplar por dos cosas. La primera, porque es un modelo de urbanización residencial abierta –es más, las casas de los vecinos se miran unas a otras y hacia la vía de acceso- imperante a principios del siglo veinte; es decir, todo lo contrario del modelo de urbanización cerrada imperante a principios del siglo veintiuno. La segunda, por ser una continuación o prolongación en el tiempo de la arquitectura tradicional sevillana (presente el elementos como sus paredes encaladas, rejerías metálicas y tejados de tejas árabes a dos aguas), aún renovándola en algunos aspectos.
CASITAS BAJAS DEL SURESTE DE LA BARRIADA ELCANO.
En este sector de Los Bermejales se conserva un hábitat como pensado para gnomos o pigmeos. Se trata de en torno al medio centenar de casitas bajas autoconstruidas hace más de medio siglo. Tienen formas típicas de la arquitectura campesina andaluza. Corresponde al hábitat de las calles Nuestra Señora del Carmen, del Pilar, de los Reyes y de la Antigua.
Estas casitas bajas tienen calles peatonales, tan estrechas y pequeñas como el caserío. Por sus dimensiones (no superan los 60 metros cuadrados) tienen la condición de infraviviendas. Son viviendas unifamiliares de una sola planta. Tienen fachadas encaladas, pequeñitas aberturas que funcionan como puertas y ventanas, y tejados a dos aguas de tejas árabes. Algunas tienen también un pequeño patinillo interior. Llama la atención no sólo su reducida superficie sino también su pequeña altura (algo superior a los dos metros).
Esos techos tan bajos las hacen muy sensibles a las temperaturas extremas, aunque ahora están más protegidas de las inclemencias meteorológicas por la urbanización más reciente que las rodea. Por eso, a pesar de su humildad, todos los vecinos tienen incrustada en la esquina superior de la fachada la verruga postmoderna del aire acondicionado.
BARRIADA ELCANO.
Es una pequeña y tradicional barriada de unos tres mil habitantes. Cuando el paseante accede desde la prolongación del Paseo de la Palmera tiene una extraña sensación. La de encontrarse en un pueblo de la vega sevillana.
A un lado, media docena de calles con casitas unifamiliares de una sola planta, pulcramente encaladas, y arboladas con vetustos y espléndidos naranjos. Al otro lado, pisitos de tres plantas, también con fachadas encaladas, separados cada cierto trecho por plazoletas llenas de alcorques con naranjos.
Sin embargo, la modernidad rodea este escenario con sabor campesino por todos lados. Al fondo, el escenario metropolitano y cosmopolita (podríamos estar en la ciudad norteamericana de San Francisco) del Puente del Quinto Centenario. A ambos lados, los adosados y modernos bloques de pisos de los Bermejales.
Accedemos desde el centro de Sevilla por una franja edificatoria especialmente apta para lo que se ha dado en llamar “actividades escaparate”. Se ha convertido en la prolongación del Paseo de La Palmera, e incluso busca adueñarse de este nombre y el prestigio que conlleva en sus modernos y minimalistas edificios para viviendas (Residencial La Palmera) y en sus edificios comerciales, de oficinas y de servicios. Encontramos usos muy dispares que luchan por este emplazamiento tan transitado y accesible. Gasolineras, complejos de oficinas, el complejo hospitalario de FREMAP, la clínica AL ANDALUS, el Centro Andaluz de Reproducción Asistida, un BURGER KING y un supermercado MERCADONA.
En la parte trasera, entrando a la barriada Elcano, encontramos en la parte oriental los terrenos donde se ubica su centro social y comunitario, tal como se concebían estos espacios en los años cincuenta del siglo veinte. Se trata de media docena de edificios exentos que no desentonan –como los que se diseñan actualmente con una estética minimalista y postmoderna -, del tejido residencial inmediato, ya que poseen la misma tipología arquitectónica del resto de la barriada. Es decir, edificios de una o dos plantas, pulcramente encalados, y con tejados a dos aguas o azoteas.
Entre ellos, el restaurante Huracán (con un amplio velador en su patio interior de estilo tan sevillano y andaluz), un bar-café, una autoescuela, un quiosco de prensa, la sede de la asociación de vecinos, y la Iglesia de barrio.
Esta última tiene el aspecto de la ermita típica de cualquier pueblo andaluz. Está pulcramente encalada. Su organización es de planta latina. Tiene una nave central y cuatro naves laterales, dos a cada lado, que decrecen en altura. Su cubierta es de tejado de tejas árabes a dos aguas. Posee dos elementos singulares. El primero es una linda torre espadaña con dos plantas. En la primera hay tres campanas, y en la segunda una solitaria campana. En segundo lugar posee una fachada de entrada única en Sevilla capital. Sobre la puerta hay un mosaico vidriado y multicolor. Representa a la Virgen del Carmen (Patrona de los marineros) con el niño en brazos. Está entre nubes y desde allí impulsa con su soplo a la nave del marino Sebastián Elcano, en su primera travesía al globo terráqueo.
La barriada fue construida entre los años 1954 y 1958 para acoger a los trabajadores de la factoría Astilleros Españoles, situada en el cercano recinto portuario. Estuvo promovida por el Instituto Nacional de la Vivienda (organismo estatal del Ministerio de Vivienda).
No sólo la iglesia antes citada está dedicada a temas marineros. También el mismo nombre de la barriada (Elcano) y de sus calles, que se refieren a embarcaciones antiguas y tradicionales (Goleta, Bergantín, Falúa y Fragata). Las excepciones son la calle dedicada a la patrona de los marineros (Virgen del Carmen) y la plaza central, dedicada a la Marina Española.
Las calles del barrio presentan una doble tipología arquitectónica: casitas unifamiliares adosadas de una sola planta, y bloques de pisos de tres plantas. Entre ellos no desentonan, al tratarse de edificios encalados, y con el mismo mobiliario urbano. Calles arboladas con imponentes naranjos.
Además del centro social y comunitario y la iglesia ya citada hay otras dos instalaciones singulares. La primera es la actual sede de un instituto de Investigación de la Consejería de Agricultura y Pesca (Calle Bergantín). En ella estuvo el centro estatal donde se introdujo el cultivo del tabaco –ya desaparecido- en la Vega del Guadalquivir. Destacan las distintas y elegantes piezas dedicadas a edificios administrativos y laboratorios. Tienen una altura de tres plantas y su rostro está pulcramente encalado. El segundo elemento destacable es su amplio y hermoso jardín, con pinos, cipreses y palmeras que alcanzan grandes alturas.
El segundo edificio notable es la sede actual de la FOAN (Federación de Mayores) y otros centros formativos públicos y privados, así como del club de la tercera edad.
Lo más destacable es una esbelta torre, que podría confundirse con una segunda iglesia de barrio. En realidad es una torre que servía como depósito de agua a dos piscinas al servicio del vecindario, hoy desaparecidas. Esta torre tiene forma cuadrangular y está encalada. En su parte superior tiene un hueco cubierto por unas celosías de madera oscura y una torre cónica decorada con azulejos azules. Desde lejos resulta exótica. Recuerda una iglesia neomudejar o un morabito árabe.
El sector de la barriada Elcano formado por casitas o chalecitos unifamiliares es una ciudad jardín tradicional, de urbanización abierta y calles tranquilas y de ambiente agradable. En cierta manera, a pesar de que las viviendas son humildes y modestas, recuerda a ciudades jardín próximas como Heliópolis, y al ambiente de los poblados de colonización de la Vega sevillana.
Un rasgo distintivo de estas viviendas es su rejería de forja artística y artesanal. Las puertas de entrada son rejas en forma de arco de medio punto y las ventanas tienen rejería de forma geométrica. Las fachadas encaladas tienen rebordes color albero en los marcos de puertas y ventanas y en la transición a los tejados y azoteas. Resulta bastante bello contemplar todavía en algunos lugares recónditos de Sevilla capital la presencia de modestas y sencillas viviendas, todo encaladas, donde sólo resaltan las rejerías y persianas de madera de color verde de sus ventanas, adornadas con macetas.
Hay dos problemas que afectan a la conservación de estas casitas unifamiliares (como las de la calle Bergantín). El primero es que se sustituyan por casas modernas con otra tipología edificatoria, que desentona con el entorno. El segundo problema es que sus patios delanteros se enlosen y conviertan en aparcamientos privados, y pierdan su estética y vegetación primitiva.
Los bloques de pisos de tres plantas de la barriada Elcano son modestos y humildes. Tienen la misma rejería que las casas unifamiliares. No obstante, muchos balcones se han cerrado con estructuras de aluminio y se han incorporado como una habitación más. Cada cierto trecho estos bloques de pisos se rehunden hacia dentro, y en ellos aparecen plazoletas llenas de alcorques con naranjos, demasiado solitarias y abandonadas.
En definitiva, la barriada Elcano ha sobrevivido al paso de los años. Tiene el sabor de la arquitectura de los pueblos vegueros y las ciudades jardín populares sevillanas. Y es una urbanización abierta a todos, sin que de ello se resienta la convivencia vecinal.
LOS BERMEJALES.
Es una barriada surgida en la década de los noventa, con un intenso crecimiento, de manera que ha alcanzado en su pubertad los quince mil habitantes.
Pretende ser un ejemplo de barriada plenamente europea. Incluso, sus calles son un homenaje al resto de países de la Europa Comunitaria y llevan nombres de países (Italia, Gracia, Dinamarca o Reino Unido) y ciudades importantes de este ámbito (Estrasburgo, Bruselas, Dresde, Paris, Burdeos, Colonia, Siena, Milán, Verona, Copenhague, Londres, Manchester, Rótterdam y Amsterdam.).
En algunos aspectos consigue ser una barriada modélica. La presencia masiva de viviendas de protección oficial no es sinónimo de urbanización precaria y marginal como en tantos otros lugares de Sevilla capital. Demos un ligero repaso a los mismos.
Por un lado, la barriada de los Bermejales destaca por su acertado orden urbano y territorial.
Los espacios periféricos acogen al tráfico masivo de entrada/salida de vehículos. Se trata de las Avenidas del Reino Unido, de Europa, de Italia, de Alemania y de Grecia. Son muy amplias y tienen al menos dos carriles en cada sentido de la circulación. Además, para que los automóviles transiten por el interior del barrio, hay otras calles de tamaño intermedio –con un solo sentido de circulación y aparcamientos a ambos lados -, y otras de menor tamaño y con un badén central, que hace que los vehículos convivan forzosamente con los peatones –al no poder superar determinadas velocidades –. La Asociación de Vecinos sólo pone una queja a esta organización viaria y del tráfico - más racional que la de otras barriadas sevillanas-: Las grandes avenidas periféricas deberían tener más badenes reductores de velocidad, pasos de cebra y semáforos, que eviten sustos y atropellos.
Estas avenidas periféricas sirven también para otras dos funciones. La primera de ellas es dar acogida –en las plantas bajas de los edificios –al tejido comercial de la barriada. De esta manera, conviven los supermercados de manzana de las potentes franquicias nacionales e internacionales (ALDI, Mercadona, etc) con el pequeño comercio familiar y de esquina. Este presenta una ventaja importante respecto a otras barriadas históricas sevillanas. No hay comercio tradicional en recesión y en crisis. Los nuevos comercios se especializan en ramos de actividad que no se verán impedidos en su desarrollo por los supermercados de manzana. No hay tiendas de comestibles o de ropa en declive, sino modernos bancos, restaurantes y tiendas de informática. El comercio está dentro del barrio y se puede ir a comprar a pie. El ambiente es bullicioso y animado en las horas punta del día. ¡Cuantas urbanizaciones del Aljarafe desearían un modelo similar¡ En tercer lugar, las avenidas periféricas han sido aprovechadas como principales espacios libres y zonas verdes de la barriada. Disponen en su sector central de amplios y cómodos bulevares arbolados y con césped, bancos y parques infantiles, donde el vecindario puede pasear y estar al aire libre. Complementariamente, las calles interiores tienen un arbolado relativamente denso y en buen estado. Crea una atmósfera excesivamente sombría y fresca en invierno, pero dulcifica los calores del verano.
Una segunda cualidad del barrio de los Bermejales es que a la función de ciudad dormitorio añade una variada gama de equipamientos en su sector este y sur (el más próximo al puente del Quinto Centenario). Allí se han ubicado una parroquia de estética contemporánea; de esas donde ya no suenan las campanas, y que se corona con sendas torres cúbicas acristaladas que envuelven cruces minimalistas; un parque periurbano y el complejo deportivo universitario de la capital. Asimismo, está previsto que acoja –a pesar de las retiscencias de los vecinos- una gran mezquita, y cinco delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía, que se ubicarían en un único complejo administrativo, y se baraja la idea de que se alce también un edificio de El Corte Inglés. A ello hay que sumar que en el entorno de la Avenida de la Palmera y su prolongación hasta Bellavista se sitúan tres residencias sanitarias (Virgen del Rocío, antiguo Hospital Militar y Hospital de Valme) y numerosos centros sanitarios y clínicas privadas.
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El Parque Periurbano de los Bermejales.
El Parque periurbano situado el final de la Avenida de Alemania (entre ésta y la vía de acceso desde la ronda de circunvalación SE 30, el Puente del Quinto Centenario y la Avenida de la Raza) es un buen ejemplo de restauración de espacios degradados para uso público, que ha contado con financiación comunitaria. El resultado es loable.
Se trata de un parque de estilo inglés o aparentemente asilvestrado. Dispone de césped y una incipiente y densa arboleda mediterránea que será bosque en pocas décadas- No hay apenas superficies duras, sino caminos de albero y tierra para el tránsito interior.
Además, se han respetado los desniveles del terreno, con una pequeña colina en su parte norte, lo que da más naturalidad a esta intervención.
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La Residencia Universitaria de Los Bermejales.
La residencia universitaria es un pequeño barrio dentro de esta reciente barriada, con capacidad para unos quinientos estudiantes. Se ofrece como alternativa a los típicos pisos de estudiantes en el núcleo urbano, a la manera de las instituciones ya tradicionales en países como Gran Bretaña o Estados Unidos.
Es un moderno espacio residencial donde los estudiantes pueden hacer su vida aparte. En sus habitaciones tienen baño e INTERNET, y servicios de cambio de lencería y limpieza semanal. Se les trata como si fueran principitos de la difunta Lady Diana.
Además, esta residencia universitaria dispone de servicios propios y adaptados para la comunidad universitaria como una sala de recepción que funciona las 24 horas, sala de estudios, sala de ordenadores, servicio de fotocopias y faxes, comedor, bar-Cafetería, salón de televisión, lavandería, aparcamientos y autobús propio a las facultades.
Hay también un enorme complejo deportivo universitario, con campo de rugby de hierba natural, campo de césped artificial para fútbol y hockey, dos pistas polideportivas, cuatro pistas de tenis y ocho pistas de pádel de césped artificial. Podríamos hallarnos en cualquier ciudad universitaria anglosajona.
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La nueva Mezquita de Sevilla.
Desde que en el año 1248 el rey Fernando III conquistara Sevilla no se habían vuelto a construir mezquitas (como lo fueron la Giralda o la Iglesia parroquial del Salvador).
Durante los siete siglos siguientes la Realeza y la Nobleza andaluza y española apoyaron la construcción de magníficos templos parroquiales, iglesias, ermitas, monasterios y conventos destinados exclusivamente a la Iglesia Católica.
Sin embargo, la Iglesia Católica cada vez se beneficia menos de las importantes donaciones y herencias que, quizás para salvar sus conciencias, recibía antaño de las familias más poderosas e influyentes de la ciudad y el país. Sus miembros mayores no siempre tienen la fe devota e incondicional de antaño; se han ido secularizando, como los Gobiernos y la sociedad en su conjunto. Ahora, los magnates españoles y andaluces invierten preferentemente en Bolsa y en opas más o menos salvajes. Y, a veces, en sus propias fundaciones humanitarias y ONGs.
Por el contrario, el emirato de Sharjah, gobernado por la familia Al Qasimi y englobado en los Emiratos Arabes Unidos, sí que invierte parte de sus inmensas fortunas en los creyentes del Islam que viven esparcidos por el resto del mundo. Por ello, quiere financiar la construcción de una gran mezquita en el lado sur de Los Bermejales (muy cerca de la circunvalación SE 30).
Sería la mayor mezquita islámica de Europa, ya que ocuparía una parcela de seis mil metros cuadrados cedida por el ayuntamiento, y podría dar albergue a varios miles de creyentes.
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Por lo que se refiere a su parque de viviendas, en los Bermejales conviven promociones inmobiliarias de diferente tipología.
El borde occidental (más próximo al río Guadalquivir) y norte de Los Bermejales (uno de los más antiguos) fue diseñado como urbanización cerrada de casitas adosadas y chalets unifamiliares, y excepcionalmente contiene algunos bloques de pisos de baja altura.
Son promociones residenciales destinadas a familias de ingresos medios y altos. Las viviendas presentan, en general, estilos funcionales y minimalistas.
Las calles del borde occidental albergan grupos de chalets y viviendas unifamiliares pretenciosamente elegantes, que recuerdan los de urbanizaciones de alto standing del Aljarafe.
El diseño de las viviendas adosadas del borde norte de Los Bermejales es, en general, menos afortunado. Casi todas tienen pequeñas parcelas edificables, donde se intenta aprovechar al máximo el espacio disponible.
Los hogares están separados abruptamente de la vida de la calle por muros de ladrillos o blindados metálicos de dudosa estética. Tienen un pequeño patio delantero donde se apretuja la vegetación, restando aireación e iluminación a la planta baja.
La planta intermedia posee soluciones diversas. A veces las ventanas son como estrechos camarotes de buques; en otras ocasiones las ventanas son más anchas que largas (como en los búnkeres). Sólo en contados casos las ventanas son amplias y de formas tradicionales, y optimizan tantos días soleados y la inigualable luz que tiene Sevilla capital.
En la última planta algunos de estos adosados poseen un balcón y pequeño patio a la manera de solarium, que intenta solventar el precario diseño arquitectónico de las plantas inferiores. El remate de estos adosados es de una estética dudosa. Chimeneas minimalistas (que nada tienen que ver con la arquitectura tradicional sevillana) se reparten el tejado con las antenas parabólicas.
Sin embargo, el sector central y sur de la barriada de los Bermejales no tiene nada que ver con las ciudades dormitorio de viviendas unifamiliares y adosados del Aljarafe. Todo este sector de la barriada se ha dedicado a bloques de pisos de mediana altura (entre 3 y 6 plantas) para familias de ingresos medios, combinando las promociones de renta libre y las de protección oficial.
Este sector de la barriada sigue el modelo de urbanización abierta, y tiene una vida callejera más animada que el anterior.
Además, aún no se ha completado. Hay una parte de esta barriada que está llegando a la adolescencia y otra aún por nacer (los bloques de pisos del borde sur, entre la Avenida de Alemania y la SE 30, donde se alza un bosque de grúas y pisos a punto de terminar).
Los bloques de pisos son de estética funcional o minimalista. La mayoría son de ladrillo visto de colores de tonos claros y pardos, aunque también los hay rosas o grises.
Algunas conclusiones.
Esta zona antes se llamó Elcano, y ahora se nombra Los Bermejales. Conviven aquí dos paisajes urbanos muy diferentes: El paisaje anciano de Elcano-Huertas de San Gonzalo, y el paisaje adolescente de Los Bermejales.
Comparemos uno con otro, y confirmaremos esta cuestión.
La barriada Elcano bautizó sus calles con nombres de embarcaciones que ya casi sólo se contemplan en las películas de piratas (bergantín, falúa, fragata o goleta). Los Bermejales, por el contrario, tiene un nomenclátor callejero rabiosamente contemporáneo: Los centros de decisión (Estrasburgo, Bruselas, etc.), las capitales y los países de la Unión Europea (a la que España se adhirió en 1986).
Elcano recuerda los barrios históricos sevillanos y los poblados de colonización de la Vega del Guadalquivir. El conjunto bermejaleño nos evoca un moderno barrio de cualquier gran urbe del mundo.
En el primero, las calles son mansas, solitarias y silenciosas, huelen a naranjo y azahar, suenan a trinos de pájaros. En el segundo, las calles son concurridas y bulliciosas de tráfico de vehículos y gente joven, huelen a asfalto y gasolina, y su música más característica es la de los cláxones y motores de vehículos, las voces de la vida comercial y el run-run de los aparatos de climatización.
En la barriada antigua predominan las personas mayores, que consumen apaciblemente aire, sol y tertulias. Los vecinos conversan largamente de toda su vida, desde que jugaban en las calles cuando eran niños. En Los Bermejales las familias jóvenes pasean por las avenidas consumiendo –con la vista, el pensamiento o en la práctica- la amplia variedad de artículos y servicios que ofrecen los comercios.
Entramos en una casita de Elcano y los rostros de las paredes están llenos de una galería -casi museo- de fotos antiguas, objetos y recuerdos de hasta medio siglo y más; de macetas con plantas y flores que se riegan diariamente en vestíbulos, balcones, azoteas, ventanas y patios; de juegos de cartas y dominó entre hombres; de mujeres que cosen y bordan. En los hogares bermejaleños hay cientos de canguros mecánicas (play station, video y televisión) que entretienen a niños y jóvenes, mientras que los adultos se sumergen entre los archivos y teclados del ordenador personal o navegan en seco por Internet.
Elcano está colmado de viejas historias. Las huertas y vaquerías que hubo; las piscinas donde se bañaban los niños; el centro oficial donde se introdujo el tabaco en la provincia de Sevilla. Todo ya desaparecido. Y sus habitantes han asistido al nacimiento, auge y declive de los Astilleros Españoles, donde tantos hombres trabajaron de por vida. Hasta tres generaciones han celebrado bautizos, comuniones, bodas y entierros en su pequeña iglesia. Por el contrario, Los Bermejales está comenzando a escribir su historia, aún llena de interrogantes: ¿Cuánto más se crecerá? ¿Habrá mezquita y gran centro comercial con multicines? ¿Veremos algún día convertido en bosque al parque periurbano del borde sur?
Carlos Parejo Delgado
HUERTAS DE SAN GONZALO.
Este pequeño conjunto residencial de apenas una decena de viviendas unifamiliares fue mandado edificar por el general Queipo de Llano en la década de los treinta, para atender las necesidades de vivienda de damnificados por la Guerra.
Cuando se promovió esta barriada, alrededor todo era campo. Antaño cada casita tenía su huerto y su vaquería, cuyos productos vendían en la ciudad. Abastecían de alimentos frescos a los habitantes de barrios cercanos como Heliópolis. La única unión de esta barriada con la ciudad era un estrecho y pequeño puente metálico que cruzaba el antiguo cauce del río Guadaira, en el que había que prestar especial atención a no meter el pie en ningún hueco pues eso suponía caerse al agua.
La tipología edificatoria de las Huertas de San Gonzalo es la de una pequeña ciudad jardín para clases populares, y tiene concomitancias con otras promociones inmobiliarias de dicha época como la de la Plaza de Vista Hermosa (Barriada de Miraflores en el arrabal de La Macarena).
Su diseño urbanístico es avanzado para su momento histórico. Una vía de acceso da entrada a una plazoleta delantera de forma cuadrangular, orlada de árboles, donde se pueden aparcar los vehículos. En torno a ella se dispone el caserío como en un anfiteatro, mirándose unas viviendas a otras.
Las casas de las Huertas de San Gonzalo son chalecitos unifamiliares de una sola planta. Tienen muretes encalados y rejas bajas de entrada, con su tradicional buzón de correos al lado. Le sigue un pequeño patio delantero, hermosamente adornado con macetas de flores y otras plantas, e incluso con algunos alcorques de frutales como naranjos y limoneros. La mayoría han enlosado su pavimento, o lo han entoldado, y se ha convertido en una sala de estar al aire libre.
Sus fachadas están pulcramente encaladas, y tienen rebordes de color albero como elemento de transición a los tejados. Su parte inferior –hasta el medio metro de altura- se ha alicatado con azulejos para limpiarlo más fácilmente.
Las puertas de entrada –al igual que en la barriada Elcano – son de linda rejería metálica de forja artesanal de tonos negros o verdes, y tienen forma de arcos de medio punto. Las ventanas o huecos laterales tienen rejerías metálicas de formas geométricas que sirven también para protección contra robos. El tejado a dos aguas y con tejas árabes tiene un diseño original. En la parte delantera hay un tejado estrecho y con disposición longitudinal, que da cobijo al porche o espacio cubierto de la entrada de cada casa. Este tejado confluye con el tejado del resto de la vivienda, dispuesto transversalmente.
En definitiva, Las Huertas de san Gonzalo es una pequeñita ciudad jardín, ejemplar por dos cosas. La primera, porque es un modelo de urbanización residencial abierta –es más, las casas de los vecinos se miran unas a otras y hacia la vía de acceso- imperante a principios del siglo veinte; es decir, todo lo contrario del modelo de urbanización cerrada imperante a principios del siglo veintiuno. La segunda, por ser una continuación o prolongación en el tiempo de la arquitectura tradicional sevillana (presente el elementos como sus paredes encaladas, rejerías metálicas y tejados de tejas árabes a dos aguas), aún renovándola en algunos aspectos.
CASITAS BAJAS DEL SURESTE DE LA BARRIADA ELCANO.
En este sector de Los Bermejales se conserva un hábitat como pensado para gnomos o pigmeos. Se trata de en torno al medio centenar de casitas bajas autoconstruidas hace más de medio siglo. Tienen formas típicas de la arquitectura campesina andaluza. Corresponde al hábitat de las calles Nuestra Señora del Carmen, del Pilar, de los Reyes y de la Antigua.
Estas casitas bajas tienen calles peatonales, tan estrechas y pequeñas como el caserío. Por sus dimensiones (no superan los 60 metros cuadrados) tienen la condición de infraviviendas. Son viviendas unifamiliares de una sola planta. Tienen fachadas encaladas, pequeñitas aberturas que funcionan como puertas y ventanas, y tejados a dos aguas de tejas árabes. Algunas tienen también un pequeño patinillo interior. Llama la atención no sólo su reducida superficie sino también su pequeña altura (algo superior a los dos metros).
Esos techos tan bajos las hacen muy sensibles a las temperaturas extremas, aunque ahora están más protegidas de las inclemencias meteorológicas por la urbanización más reciente que las rodea. Por eso, a pesar de su humildad, todos los vecinos tienen incrustada en la esquina superior de la fachada la verruga postmoderna del aire acondicionado.
BARRIADA ELCANO.
Es una pequeña y tradicional barriada de unos tres mil habitantes. Cuando el paseante accede desde la prolongación del Paseo de la Palmera tiene una extraña sensación. La de encontrarse en un pueblo de la vega sevillana.
A un lado, media docena de calles con casitas unifamiliares de una sola planta, pulcramente encaladas, y arboladas con vetustos y espléndidos naranjos. Al otro lado, pisitos de tres plantas, también con fachadas encaladas, separados cada cierto trecho por plazoletas llenas de alcorques con naranjos.
Sin embargo, la modernidad rodea este escenario con sabor campesino por todos lados. Al fondo, el escenario metropolitano y cosmopolita (podríamos estar en la ciudad norteamericana de San Francisco) del Puente del Quinto Centenario. A ambos lados, los adosados y modernos bloques de pisos de los Bermejales.
Accedemos desde el centro de Sevilla por una franja edificatoria especialmente apta para lo que se ha dado en llamar “actividades escaparate”. Se ha convertido en la prolongación del Paseo de La Palmera, e incluso busca adueñarse de este nombre y el prestigio que conlleva en sus modernos y minimalistas edificios para viviendas (Residencial La Palmera) y en sus edificios comerciales, de oficinas y de servicios. Encontramos usos muy dispares que luchan por este emplazamiento tan transitado y accesible. Gasolineras, complejos de oficinas, el complejo hospitalario de FREMAP, la clínica AL ANDALUS, el Centro Andaluz de Reproducción Asistida, un BURGER KING y un supermercado MERCADONA.
En la parte trasera, entrando a la barriada Elcano, encontramos en la parte oriental los terrenos donde se ubica su centro social y comunitario, tal como se concebían estos espacios en los años cincuenta del siglo veinte. Se trata de media docena de edificios exentos que no desentonan –como los que se diseñan actualmente con una estética minimalista y postmoderna -, del tejido residencial inmediato, ya que poseen la misma tipología arquitectónica del resto de la barriada. Es decir, edificios de una o dos plantas, pulcramente encalados, y con tejados a dos aguas o azoteas.
Entre ellos, el restaurante Huracán (con un amplio velador en su patio interior de estilo tan sevillano y andaluz), un bar-café, una autoescuela, un quiosco de prensa, la sede de la asociación de vecinos, y la Iglesia de barrio.
Esta última tiene el aspecto de la ermita típica de cualquier pueblo andaluz. Está pulcramente encalada. Su organización es de planta latina. Tiene una nave central y cuatro naves laterales, dos a cada lado, que decrecen en altura. Su cubierta es de tejado de tejas árabes a dos aguas. Posee dos elementos singulares. El primero es una linda torre espadaña con dos plantas. En la primera hay tres campanas, y en la segunda una solitaria campana. En segundo lugar posee una fachada de entrada única en Sevilla capital. Sobre la puerta hay un mosaico vidriado y multicolor. Representa a la Virgen del Carmen (Patrona de los marineros) con el niño en brazos. Está entre nubes y desde allí impulsa con su soplo a la nave del marino Sebastián Elcano, en su primera travesía al globo terráqueo.
La barriada fue construida entre los años 1954 y 1958 para acoger a los trabajadores de la factoría Astilleros Españoles, situada en el cercano recinto portuario. Estuvo promovida por el Instituto Nacional de la Vivienda (organismo estatal del Ministerio de Vivienda).
No sólo la iglesia antes citada está dedicada a temas marineros. También el mismo nombre de la barriada (Elcano) y de sus calles, que se refieren a embarcaciones antiguas y tradicionales (Goleta, Bergantín, Falúa y Fragata). Las excepciones son la calle dedicada a la patrona de los marineros (Virgen del Carmen) y la plaza central, dedicada a la Marina Española.
Las calles del barrio presentan una doble tipología arquitectónica: casitas unifamiliares adosadas de una sola planta, y bloques de pisos de tres plantas. Entre ellos no desentonan, al tratarse de edificios encalados, y con el mismo mobiliario urbano. Calles arboladas con imponentes naranjos.
Además del centro social y comunitario y la iglesia ya citada hay otras dos instalaciones singulares. La primera es la actual sede de un instituto de Investigación de la Consejería de Agricultura y Pesca (Calle Bergantín). En ella estuvo el centro estatal donde se introdujo el cultivo del tabaco –ya desaparecido- en la Vega del Guadalquivir. Destacan las distintas y elegantes piezas dedicadas a edificios administrativos y laboratorios. Tienen una altura de tres plantas y su rostro está pulcramente encalado. El segundo elemento destacable es su amplio y hermoso jardín, con pinos, cipreses y palmeras que alcanzan grandes alturas.
El segundo edificio notable es la sede actual de la FOAN (Federación de Mayores) y otros centros formativos públicos y privados, así como del club de la tercera edad.
Lo más destacable es una esbelta torre, que podría confundirse con una segunda iglesia de barrio. En realidad es una torre que servía como depósito de agua a dos piscinas al servicio del vecindario, hoy desaparecidas. Esta torre tiene forma cuadrangular y está encalada. En su parte superior tiene un hueco cubierto por unas celosías de madera oscura y una torre cónica decorada con azulejos azules. Desde lejos resulta exótica. Recuerda una iglesia neomudejar o un morabito árabe.
El sector de la barriada Elcano formado por casitas o chalecitos unifamiliares es una ciudad jardín tradicional, de urbanización abierta y calles tranquilas y de ambiente agradable. En cierta manera, a pesar de que las viviendas son humildes y modestas, recuerda a ciudades jardín próximas como Heliópolis, y al ambiente de los poblados de colonización de la Vega sevillana.
Un rasgo distintivo de estas viviendas es su rejería de forja artística y artesanal. Las puertas de entrada son rejas en forma de arco de medio punto y las ventanas tienen rejería de forma geométrica. Las fachadas encaladas tienen rebordes color albero en los marcos de puertas y ventanas y en la transición a los tejados y azoteas. Resulta bastante bello contemplar todavía en algunos lugares recónditos de Sevilla capital la presencia de modestas y sencillas viviendas, todo encaladas, donde sólo resaltan las rejerías y persianas de madera de color verde de sus ventanas, adornadas con macetas.
Hay dos problemas que afectan a la conservación de estas casitas unifamiliares (como las de la calle Bergantín). El primero es que se sustituyan por casas modernas con otra tipología edificatoria, que desentona con el entorno. El segundo problema es que sus patios delanteros se enlosen y conviertan en aparcamientos privados, y pierdan su estética y vegetación primitiva.
Los bloques de pisos de tres plantas de la barriada Elcano son modestos y humildes. Tienen la misma rejería que las casas unifamiliares. No obstante, muchos balcones se han cerrado con estructuras de aluminio y se han incorporado como una habitación más. Cada cierto trecho estos bloques de pisos se rehunden hacia dentro, y en ellos aparecen plazoletas llenas de alcorques con naranjos, demasiado solitarias y abandonadas.
En definitiva, la barriada Elcano ha sobrevivido al paso de los años. Tiene el sabor de la arquitectura de los pueblos vegueros y las ciudades jardín populares sevillanas. Y es una urbanización abierta a todos, sin que de ello se resienta la convivencia vecinal.
LOS BERMEJALES.
Es una barriada surgida en la década de los noventa, con un intenso crecimiento, de manera que ha alcanzado en su pubertad los quince mil habitantes.
Pretende ser un ejemplo de barriada plenamente europea. Incluso, sus calles son un homenaje al resto de países de la Europa Comunitaria y llevan nombres de países (Italia, Gracia, Dinamarca o Reino Unido) y ciudades importantes de este ámbito (Estrasburgo, Bruselas, Dresde, Paris, Burdeos, Colonia, Siena, Milán, Verona, Copenhague, Londres, Manchester, Rótterdam y Amsterdam.).
En algunos aspectos consigue ser una barriada modélica. La presencia masiva de viviendas de protección oficial no es sinónimo de urbanización precaria y marginal como en tantos otros lugares de Sevilla capital. Demos un ligero repaso a los mismos.
Por un lado, la barriada de los Bermejales destaca por su acertado orden urbano y territorial.
Los espacios periféricos acogen al tráfico masivo de entrada/salida de vehículos. Se trata de las Avenidas del Reino Unido, de Europa, de Italia, de Alemania y de Grecia. Son muy amplias y tienen al menos dos carriles en cada sentido de la circulación. Además, para que los automóviles transiten por el interior del barrio, hay otras calles de tamaño intermedio –con un solo sentido de circulación y aparcamientos a ambos lados -, y otras de menor tamaño y con un badén central, que hace que los vehículos convivan forzosamente con los peatones –al no poder superar determinadas velocidades –. La Asociación de Vecinos sólo pone una queja a esta organización viaria y del tráfico - más racional que la de otras barriadas sevillanas-: Las grandes avenidas periféricas deberían tener más badenes reductores de velocidad, pasos de cebra y semáforos, que eviten sustos y atropellos.
Estas avenidas periféricas sirven también para otras dos funciones. La primera de ellas es dar acogida –en las plantas bajas de los edificios –al tejido comercial de la barriada. De esta manera, conviven los supermercados de manzana de las potentes franquicias nacionales e internacionales (ALDI, Mercadona, etc) con el pequeño comercio familiar y de esquina. Este presenta una ventaja importante respecto a otras barriadas históricas sevillanas. No hay comercio tradicional en recesión y en crisis. Los nuevos comercios se especializan en ramos de actividad que no se verán impedidos en su desarrollo por los supermercados de manzana. No hay tiendas de comestibles o de ropa en declive, sino modernos bancos, restaurantes y tiendas de informática. El comercio está dentro del barrio y se puede ir a comprar a pie. El ambiente es bullicioso y animado en las horas punta del día. ¡Cuantas urbanizaciones del Aljarafe desearían un modelo similar¡ En tercer lugar, las avenidas periféricas han sido aprovechadas como principales espacios libres y zonas verdes de la barriada. Disponen en su sector central de amplios y cómodos bulevares arbolados y con césped, bancos y parques infantiles, donde el vecindario puede pasear y estar al aire libre. Complementariamente, las calles interiores tienen un arbolado relativamente denso y en buen estado. Crea una atmósfera excesivamente sombría y fresca en invierno, pero dulcifica los calores del verano.
Una segunda cualidad del barrio de los Bermejales es que a la función de ciudad dormitorio añade una variada gama de equipamientos en su sector este y sur (el más próximo al puente del Quinto Centenario). Allí se han ubicado una parroquia de estética contemporánea; de esas donde ya no suenan las campanas, y que se corona con sendas torres cúbicas acristaladas que envuelven cruces minimalistas; un parque periurbano y el complejo deportivo universitario de la capital. Asimismo, está previsto que acoja –a pesar de las retiscencias de los vecinos- una gran mezquita, y cinco delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía, que se ubicarían en un único complejo administrativo, y se baraja la idea de que se alce también un edificio de El Corte Inglés. A ello hay que sumar que en el entorno de la Avenida de la Palmera y su prolongación hasta Bellavista se sitúan tres residencias sanitarias (Virgen del Rocío, antiguo Hospital Militar y Hospital de Valme) y numerosos centros sanitarios y clínicas privadas.
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El Parque Periurbano de los Bermejales.
El Parque periurbano situado el final de la Avenida de Alemania (entre ésta y la vía de acceso desde la ronda de circunvalación SE 30, el Puente del Quinto Centenario y la Avenida de la Raza) es un buen ejemplo de restauración de espacios degradados para uso público, que ha contado con financiación comunitaria. El resultado es loable.
Se trata de un parque de estilo inglés o aparentemente asilvestrado. Dispone de césped y una incipiente y densa arboleda mediterránea que será bosque en pocas décadas- No hay apenas superficies duras, sino caminos de albero y tierra para el tránsito interior.
Además, se han respetado los desniveles del terreno, con una pequeña colina en su parte norte, lo que da más naturalidad a esta intervención.
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La Residencia Universitaria de Los Bermejales.
La residencia universitaria es un pequeño barrio dentro de esta reciente barriada, con capacidad para unos quinientos estudiantes. Se ofrece como alternativa a los típicos pisos de estudiantes en el núcleo urbano, a la manera de las instituciones ya tradicionales en países como Gran Bretaña o Estados Unidos.
Es un moderno espacio residencial donde los estudiantes pueden hacer su vida aparte. En sus habitaciones tienen baño e INTERNET, y servicios de cambio de lencería y limpieza semanal. Se les trata como si fueran principitos de la difunta Lady Diana.
Además, esta residencia universitaria dispone de servicios propios y adaptados para la comunidad universitaria como una sala de recepción que funciona las 24 horas, sala de estudios, sala de ordenadores, servicio de fotocopias y faxes, comedor, bar-Cafetería, salón de televisión, lavandería, aparcamientos y autobús propio a las facultades.
Hay también un enorme complejo deportivo universitario, con campo de rugby de hierba natural, campo de césped artificial para fútbol y hockey, dos pistas polideportivas, cuatro pistas de tenis y ocho pistas de pádel de césped artificial. Podríamos hallarnos en cualquier ciudad universitaria anglosajona.
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La nueva Mezquita de Sevilla.
Desde que en el año 1248 el rey Fernando III conquistara Sevilla no se habían vuelto a construir mezquitas (como lo fueron la Giralda o la Iglesia parroquial del Salvador).
Durante los siete siglos siguientes la Realeza y la Nobleza andaluza y española apoyaron la construcción de magníficos templos parroquiales, iglesias, ermitas, monasterios y conventos destinados exclusivamente a la Iglesia Católica.
Sin embargo, la Iglesia Católica cada vez se beneficia menos de las importantes donaciones y herencias que, quizás para salvar sus conciencias, recibía antaño de las familias más poderosas e influyentes de la ciudad y el país. Sus miembros mayores no siempre tienen la fe devota e incondicional de antaño; se han ido secularizando, como los Gobiernos y la sociedad en su conjunto. Ahora, los magnates españoles y andaluces invierten preferentemente en Bolsa y en opas más o menos salvajes. Y, a veces, en sus propias fundaciones humanitarias y ONGs.
Por el contrario, el emirato de Sharjah, gobernado por la familia Al Qasimi y englobado en los Emiratos Arabes Unidos, sí que invierte parte de sus inmensas fortunas en los creyentes del Islam que viven esparcidos por el resto del mundo. Por ello, quiere financiar la construcción de una gran mezquita en el lado sur de Los Bermejales (muy cerca de la circunvalación SE 30).
Sería la mayor mezquita islámica de Europa, ya que ocuparía una parcela de seis mil metros cuadrados cedida por el ayuntamiento, y podría dar albergue a varios miles de creyentes.
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Por lo que se refiere a su parque de viviendas, en los Bermejales conviven promociones inmobiliarias de diferente tipología.
El borde occidental (más próximo al río Guadalquivir) y norte de Los Bermejales (uno de los más antiguos) fue diseñado como urbanización cerrada de casitas adosadas y chalets unifamiliares, y excepcionalmente contiene algunos bloques de pisos de baja altura.
Son promociones residenciales destinadas a familias de ingresos medios y altos. Las viviendas presentan, en general, estilos funcionales y minimalistas.
Las calles del borde occidental albergan grupos de chalets y viviendas unifamiliares pretenciosamente elegantes, que recuerdan los de urbanizaciones de alto standing del Aljarafe.
El diseño de las viviendas adosadas del borde norte de Los Bermejales es, en general, menos afortunado. Casi todas tienen pequeñas parcelas edificables, donde se intenta aprovechar al máximo el espacio disponible.
Los hogares están separados abruptamente de la vida de la calle por muros de ladrillos o blindados metálicos de dudosa estética. Tienen un pequeño patio delantero donde se apretuja la vegetación, restando aireación e iluminación a la planta baja.
La planta intermedia posee soluciones diversas. A veces las ventanas son como estrechos camarotes de buques; en otras ocasiones las ventanas son más anchas que largas (como en los búnkeres). Sólo en contados casos las ventanas son amplias y de formas tradicionales, y optimizan tantos días soleados y la inigualable luz que tiene Sevilla capital.
En la última planta algunos de estos adosados poseen un balcón y pequeño patio a la manera de solarium, que intenta solventar el precario diseño arquitectónico de las plantas inferiores. El remate de estos adosados es de una estética dudosa. Chimeneas minimalistas (que nada tienen que ver con la arquitectura tradicional sevillana) se reparten el tejado con las antenas parabólicas.
Sin embargo, el sector central y sur de la barriada de los Bermejales no tiene nada que ver con las ciudades dormitorio de viviendas unifamiliares y adosados del Aljarafe. Todo este sector de la barriada se ha dedicado a bloques de pisos de mediana altura (entre 3 y 6 plantas) para familias de ingresos medios, combinando las promociones de renta libre y las de protección oficial.
Este sector de la barriada sigue el modelo de urbanización abierta, y tiene una vida callejera más animada que el anterior.
Además, aún no se ha completado. Hay una parte de esta barriada que está llegando a la adolescencia y otra aún por nacer (los bloques de pisos del borde sur, entre la Avenida de Alemania y la SE 30, donde se alza un bosque de grúas y pisos a punto de terminar).
Los bloques de pisos son de estética funcional o minimalista. La mayoría son de ladrillo visto de colores de tonos claros y pardos, aunque también los hay rosas o grises.
Algunas conclusiones.
Esta zona antes se llamó Elcano, y ahora se nombra Los Bermejales. Conviven aquí dos paisajes urbanos muy diferentes: El paisaje anciano de Elcano-Huertas de San Gonzalo, y el paisaje adolescente de Los Bermejales.
Comparemos uno con otro, y confirmaremos esta cuestión.
La barriada Elcano bautizó sus calles con nombres de embarcaciones que ya casi sólo se contemplan en las películas de piratas (bergantín, falúa, fragata o goleta). Los Bermejales, por el contrario, tiene un nomenclátor callejero rabiosamente contemporáneo: Los centros de decisión (Estrasburgo, Bruselas, etc.), las capitales y los países de la Unión Europea (a la que España se adhirió en 1986).
Elcano recuerda los barrios históricos sevillanos y los poblados de colonización de la Vega del Guadalquivir. El conjunto bermejaleño nos evoca un moderno barrio de cualquier gran urbe del mundo.
En el primero, las calles son mansas, solitarias y silenciosas, huelen a naranjo y azahar, suenan a trinos de pájaros. En el segundo, las calles son concurridas y bulliciosas de tráfico de vehículos y gente joven, huelen a asfalto y gasolina, y su música más característica es la de los cláxones y motores de vehículos, las voces de la vida comercial y el run-run de los aparatos de climatización.
En la barriada antigua predominan las personas mayores, que consumen apaciblemente aire, sol y tertulias. Los vecinos conversan largamente de toda su vida, desde que jugaban en las calles cuando eran niños. En Los Bermejales las familias jóvenes pasean por las avenidas consumiendo –con la vista, el pensamiento o en la práctica- la amplia variedad de artículos y servicios que ofrecen los comercios.
Entramos en una casita de Elcano y los rostros de las paredes están llenos de una galería -casi museo- de fotos antiguas, objetos y recuerdos de hasta medio siglo y más; de macetas con plantas y flores que se riegan diariamente en vestíbulos, balcones, azoteas, ventanas y patios; de juegos de cartas y dominó entre hombres; de mujeres que cosen y bordan. En los hogares bermejaleños hay cientos de canguros mecánicas (play station, video y televisión) que entretienen a niños y jóvenes, mientras que los adultos se sumergen entre los archivos y teclados del ordenador personal o navegan en seco por Internet.
Elcano está colmado de viejas historias. Las huertas y vaquerías que hubo; las piscinas donde se bañaban los niños; el centro oficial donde se introdujo el tabaco en la provincia de Sevilla. Todo ya desaparecido. Y sus habitantes han asistido al nacimiento, auge y declive de los Astilleros Españoles, donde tantos hombres trabajaron de por vida. Hasta tres generaciones han celebrado bautizos, comuniones, bodas y entierros en su pequeña iglesia. Por el contrario, Los Bermejales está comenzando a escribir su historia, aún llena de interrogantes: ¿Cuánto más se crecerá? ¿Habrá mezquita y gran centro comercial con multicines? ¿Veremos algún día convertido en bosque al parque periurbano del borde sur?
Me ha gustado mucho tu post, ya tienes una fans mas, felicidades