El carmesí del ruido
Ya sé que en el papel
No se plasman los matices del aullido,
Que es mi sangre
Más espesa y elocuente que la tinta,
Y que tú
Ya no escuchas
(Sube un silencio rojo
Desde el cielo ceniciento de las lilas).
Sólo es por eso
Que encierro a tu fantasma en mis poemas.
No se plasman los matices del aullido,
Que es mi sangre
Más espesa y elocuente que la tinta,
Y que tú
Ya no escuchas
(Sube un silencio rojo
Desde el cielo ceniciento de las lilas).
Sólo es por eso
Que encierro a tu fantasma en mis poemas.
Bello poema, Rafa.
PACO HUELVA