Cántico
Que aprecias aún –me dices-
Las flores de las que antaño
Degustabas el aroma en mi jardín,
Sus matices
De arco iris,
Sus murmullos, agridulces,
Cobijándote sin tacto
Y nutriéndose rendidos
En la esencia sin materia
Que enmascaraban tus párpados.
Pero ya no vienes a mirarlas
Ni a pintar de melodías su silencio.
Y se marchitan, sin alba,
Como gotas de rocío
Que un ajado sol de invierno
Va desterrando en la escarcha.
Y lo que aprecias
Se muere
Sin tu cántico,
Y cuando la noche caiga
Ya tan sólo quedarán,
Con la mirada robada,
Yermos pétalos de plástico.
Las flores de las que antaño
Degustabas el aroma en mi jardín,
Sus matices
De arco iris,
Sus murmullos, agridulces,
Cobijándote sin tacto
Y nutriéndose rendidos
En la esencia sin materia
Que enmascaraban tus párpados.
Pero ya no vienes a mirarlas
Ni a pintar de melodías su silencio.
Y se marchitan, sin alba,
Como gotas de rocío
Que un ajado sol de invierno
Va desterrando en la escarcha.
Y lo que aprecias
Se muere
Sin tu cántico,
Y cuando la noche caiga
Ya tan sólo quedarán,
Con la mirada robada,
Yermos pétalos de plástico.
Bello poema melancólico e intimista. El jardín que todos llevamos dentro necesita del cariñoso cuidado de las personas amadas para no asilvestrarse e irse perdiendo