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Manos de fresa

Willy Wonka Sanz, técnico de la multinacional fresera onubense "La Fresa Perfecta", y Citizen Kane Rojas, de "Freseros Reunidos" han salido de expedición. Les han contado que existen en África unas herramientas delicadas y retornables, que cumplen su trabajo sin riesgo de deformarse, que pesan poco, que ocupan menos y que son silenciosas como la niebla. Herramientas última generación, tan eficaces que pasan desapercibidas, que casi no existen. Las herramientas africanas son transportadas hasta la finca en donde convivirán en la caja de herramientas con otras hermanas suyas tan retornables y silenciosas como ellas. Después, para la vuelta, el trailer-contenedor de piezas reciclables garantizará su puesta a punto hasta nueva tarea en el primero o en el quinto mundo. Qué más da.
Los expedicionarios han ido corriendo y sin tiempo que perder -pero mucho que ganar- con unas pocas subvenciones públicas, hasta llegar al templo del bien y del mal en donde unas manos-herramientas, exhibían las palmas y las uñas como en el escaparate de una clínica de estética.
Las madres-manos-herramientas se pelean en la sala de espera de aquella colonia y ante el patrono muestran sus dientes nacarados apenas sin estrenar y las manos bellas de tanto acariciar niño triste. Estas manos que, desde la cara de mi niño van a la mata de su fresa, mire usted, señor tratante de género capitalista, estas manos que no abrieron nunca un libro, aquí están para lo que sirva usted mandar. Manos tiernas, boca cerrada, cuerpo joven y femenino. Sin tacones y sin derecho a la tierra. Las mujeres-5,28€
la hora, son dignas de un Dorado de plástico fugaz y serán recompensadas con una nueva selección para la temporada fresera próxima, si se portan bien y vuelven a casa a la hora de la cenicienta, con sus harapos a cuestas, descalzas y sin el príncipe azul; volverán a los fogones de campaña, mujeres-tierra-savia-sudor moneda de cambio al mejor postor.
Las mujeres-manos-tenazas-cuchillos son traídas con billete de vuelta, no sea que les parezca hermoso vivir en el primer mundo y quieran quedarse como vecinas puerta a puerta con el capital mismo al que partearon y al que vieron crecer. Mujeres-combustible para que la máquina no pare nunca, mujeres-incubadora de hijas que seguirán sus pasos de silencio por las tierras de otros, sembrando sueños, cosechando calabazas.
Las mujeres-manos-brazos-silencio-madre-hija esperaron en la más humillante cola de la miseria para tomar la bandera de la revolución agrícola hasta ver el fruto en sus manos: rojo, maduro y arrebatado por los hombres-patronos-hijosdeldinero.

Mujeres-trabajo, mujeres-miseria, mujeres-retorno.
PacoHuelvaCala
PacoHuelvaCala dice:
24/01/2007 10:30

¡Qué maravilla de texto, María! Y qué desigual es la vida en el reparto del dinero y en el reparto de la miseria (sólo para los de siempre).
CIEN BESOS
PACO HUELVA

manuel rubiales
manuel rubiales dice:
24/01/2007 10:47

Tu texto, María, me ha impresionado, me ha dejado en la sangre una corriente gélida de impotencia, en la garganta un grito envenenado y en las manos la necesidad de tomar esas otras manos-madres-africanas-puras-esclavas.
Palabras necesarias para destapar miserias, para mostrar la escoria que esconden las preciadas pieles rojas de las fresas más podridas.
Vino y besos.

rafa leon
rafa leon dice:
24/01/2007 10:56

La verdad es que lo he leído ya varias veces y cada vez que lo hago me parece más hermoso. Tierno, sensible, emotivo... y, a la vez, grito desgarrador y angustiado.

Difícilmente se podrá ya escribir sobre este tema un artículo de tanta altura lírica y reivindicativa.

Un beso
Rafa

alargaor
alargaor dice:
24/01/2007 11:42

Parece que hay atascos y retenciones en la libre circulación de la mano de obra europea. Demasiados semáforos en rojo y discos de "stop" en las vías de contratación para las europeas, y muchísimos "ceda el paso", Sr Patrón, y demás adjetivos terminados en "ón", en favor de la semiesclavitud de africanas.
Yo te saludo, Islamaría, mirando a la meca de los pantalones de pana, al tractó, y al látigo de pena.

PD.-¡¡¡ Mezquitas ya junto a los ábsides de las iglesias de la vígen de la Bella y de Montemayor, Sr. Patrón, sí-cabrón!!!

Merce
Merce dice:
24/01/2007 12:56

Uy, excelente, excelente, María.

¿me dejas que lo "comparta" con algunas personas con las que trato a diario?

He visitado tu espacio , te felicito , logras comunicar intensamente

Un abrazote

Carlos Parejo
Carlos Parejo dice:
24/01/2007 16:34

¡Viva María¡ como decían en la revolución mejicana. Unes en el género huelvano la visión apocalíptica de Farenheit, el nihilismo de Samuel Beckket, y tu poética mediterránea. Como te conozco menos no te mando tantos besos sino cordiales saludos.

angeles
angeles dice:
24/01/2007 20:35

Yo no se expresarme tan bien como los anteriores, pero desde mi humildad ,la felicito porque ha sabido describir la humillación que sufren estas mujeres. Enhorabuena y mil gracias por dejarnosla leer.

islamaria
islamaria dice:
24/01/2007 23:53

Bueno es saber que no estamos solas. Bueno es saber que no logran vendernos salvación por lo que es realmente: lucro de unos pocos gracias a la explotación de otras cuantas.
Me permito incluso agradeceros en nombre de ellas el apoyo que desde aquí -con sólo estar- estamos dándole. Pero me temo que necesitan algo más que eso. Y no sé qué podemos hacer-

Victoria
Victoria dice:
25/01/2007 00:12

¿Desde cuándo sufrimos humillaciones las MUJERES? ¿por qué? ¿cuándo se acabarán?. A veces me siento satisfecha porque parece que estamos consiguiendo algo, pero cuándo lees cosas como éstas, te vuelve la impotencia, por tanta desigualdad, por tanta miseria, por tanto pisoteo, por tanta exclavitud, por tanta violación.
¡Que suenen altivas las voces de las mujeres!

Gracias María.

Manuel Feria
Manuel Feria dice:
04/02/2007 21:08

Pues como la compañera Merce, pienso compartirlo AUNQUE NO TENGA TU PERMISO. Felicidades y saludos al resto de los compañeros

Eva
Eva dice:
05/02/2007 07:39

María he llegado hasta ti gracias a un amigo y he decirte que me ha gustado mucho la manera como describes la situación de estas mujeres. Precioso texto, precioso y triste a la vez. Creo que en el denominado primer mundo nos hemos vuelto insensibles. Cerramos los ojos y no queremos saber que es lo que pasa más allá de la puerta de nuestra casa. Vestimos ropa hecha por personas que trabajan más de 16 horas diarias en situaciones infrahumanas, nuestros hijos juegan con pelotas que están hechas por niños que se dejan sus pequeñas manitas y su infancia en ellas y sí querida María comemos fresas con nata tranquilamente sin pensar que existen mujeres herramientas (en este caso son mujeres) que han dejado parte de sus vidas en ellas. Pero hagamos una reflexión conjunta, ¿verdaderamente queremos saber? Un beso muy fuerte.