Leche de camello

Cacuito es el tipo de la picha infantil. Entre otras impúdicas bizarrías, eso revela el escritor Eladio Orta en Leche de camello, título editado en la Colección Zigurat del Ateneo Obrero de Gijón. Eladio, colono de Isla Canela, Bukowski de las coquinas, Burroughs de las papas ecológicas, es el único autor auténtico y maldito (odioso palabro) que Cacuito conoció, consecuente su obra con su vida (¿o debe decirse al revés?). Su nueva criaturita, relatos y poemas de títulos tales como El tragador de clítoris o Qué fea eres, permanecía incompresiblemente inédita desde tiempo ha. Cacuito leyó el volumen como pocas veces, de tirona, engolfado en su anarquía a todos los niveles, en la ternura, hilaridad y surrealismo de historias sumergidas en escatología y sexo canalla. Viajó a la libertad orgiástica y ochentera de la costa de la luz. A pelo.