Ostra, yo, que soy -ahora-, otro siervo del Grupo Gallardo, además doblepecador porque escribo dos veces en semana en ese Ãnclito periódico que citas, he de decirte que hace unos dÃas,por deseo particular, he comenzado un curso de alta dirección para ejecutivos redactores y me estoy especializando en la fabricación de tubos de acero conformado en frÃo y soldados longitudinalmente a partir de bobinas aceradas, especialmente para los sectores de la construcción -a la que tanto amo- y aplicaciones mecánicas en general.
Pero lo mÃo, lo que me gusta, es la chapa, con cierta inclinación a la de perfiles soldados especiales y perfiles abiertos, que ésta, ya, si que es la hostia, con perdón.
No obstante, es en la transformación de chatarra -la mente de alguna gente también deberÃa tranformarse para conformar productos algo más solidos, más resitentes y, sobre todo, más maleables y menos ladinos-, transformación de chatarra, decÃa, en barras corrugadas. Alguna tarde, cuando tengo poco que hacer, me doy un salto a Jerez de los Caballeros y luego de hacerle un poco la pelota a mi nuevo Jefe -al que conozco de toda la vida, claro-, paseo para inspirarme, por la planta de acerÃa eléctrica, que es una gozada y por la de trenes de iluminación de productos largos.
Desde que tengo nuevo Jefe, como otros articulÃstas que escribimos en el citado, paso algún fin de semana ayudando a fabricar mallas electrosoldadas a partir de alambres trefilados ¡por supuesto!, mediante soldadura eléctrica.
A la cementera voy poco, la verdad, porque antes de llegar, me paro en la planta de fabricación de perfiles laminados en caliente, o sea, lo que vulgarmente llamamos los artÃculistas de El Odiel desde hace tiempo, la UPN/IPN. (Inculto, que eres un pedazo de inculto).
Cuando necesito inspirarme, últimamente, pido permiso a mi Jefe, el Sr. Gallardo, que Dios tenga en su gloria, y me monto en uno de los camiones de su enorme flota y me doy una vuelta por España o Portugal, según.
A veces, a estos viajes, me acompaña Cacuito, que se endilga una camiseta de tirantas, se embucha de cerveza litronera para sacar barriga camionera, se coloca pegatinas en los brazos, y escupe por la ventanilla, con insulto incluido, salivazos verdes a todos aquellos que osan mencionar el nombre de los sirvientes-escritores en vano.
Ayer mismo, CacuÃto y yo, metimos instancia rellena con todos los guarismos necesarios, en la oficina de senderismo del Grupo que ahora nos acoge y, en llamada del Sr. Gallardo en persona, esta tarde, nos ha confirmado que tendremos la suerte de ser los primeros que podamos ir desde Huelva a Badajoz, andando, sin pértiga, ¡agárrate esa!, por la nueva tuberÃa que van a instalar entre las dos ciudades. Y ¡claro!, nosotros estamos encantados. ¡Estamos que nos salimos!, de alegrÃa, claro, que CacuÃto y yo, no necesitamos de artes onanistas para satisfacer la lÃbido, dado que como columnistas de El Odiel, ahora del Grupo Gallardo, tenemos a las�tÃas a mogollón como es lógico.
¿Por qué dices tamaña idiotez, Ostra?
¿Tienes alguna explicación?
¿O es que el tarro no te da pa más, tÃo?
UN GILIPOLLA SIRVIENTE DE ODIEL PETRÃLEO, (GRUPO GALLARDO, POR AHORA)
PACO HUELVA
AdmiradÃsimos Marcos y Paco, me sumo a lo de escupir por la ventanilla de los camiones en el centro del entrecejo a quienes, presos de estrecheces parietales, no sepan disculpar las debilidades de los tejedores de palabras. Aviso a viandantes despistados que anden por las afueras del oleoducto, mis esputos son de un verdor admirable, textura espesa y viscosa, como pocos moluscos pueden conseguir, y una consistencia y tenacidad a prueba de derrotistas y prestidigitadores aficionados (ahora si..., ahora no...).
Presumo de conocer a Marcos, asà como suena, presumo, desde hace un webo de años, y si el mozo en cuestión es siervo de algo lo es de su coherencia y de la cita que tiene, cada semana, con quienes le leemos con un regusto casi orgásmiso. Aún a pesar de las ostras que, al parecer, son afrodisiacas.
Vino y besos.
D. Paco, no pretendÃa molestarle, pero por lo que veo y después de su lúcida prosa alargada, veo que se ha rabiado un poco, rozando alucinaciones vesánicas.
Como usted bien sostiene, aunque quiso relatarlo de forma irónica, usted también es un lacayo del oleoducto al 25%.
Y observo que se ha estudiado muy bien la diversificación del nuevo accionista de su propaganda sustentada por anunciantes mata planeta.
Ojalá, lea en alguno de sus artÃculos una visión crÃtica hacia la RefinerÃa Balboa. ¿o también le censurarán como a MarÃa?
¿Prefieres darte tus baños de ombligo viendo tus tristes letras altivas de ególatra en papel dos veces por semana?
Sr. Ostra (perdóneme ahora, es sin coña, no puedo llamarlo de otra manera porque no dispongo más datos de usted, y le llamo asà con respeto):
Todo llegará. Acostumbrado tengo a la gente que me sigue desde hace tiempo, a manifestar en mis escritos lo que pienso. Eso me ha acarreado a veces, más de las que usted se piensa, problemas que afronto con la entereza de ser el dueño de mis palabras. Respecto al oleoducto, si le sirve de entradilla, aunque sólo sea para zanjar este asunto dialogando, como deben hacerse las cosas, le diré que mi posisción es clara: NO ESTOY DE ACUERDO CON EL MISMO.
MIS SALUDOS
PACO HUELVA
Una cosa más, Sr. Ostra: en mi puñetera vida he sido lacayo de nada ni de nadie. En cuanto a El Odiel, le diré además, que seguiré escribiendo en el mismo lo que me salga de las entenderas hasta que me de la real gana o me den una patada en el trasero, que todo puede ser.
MIS SALUDOS
PACO HUELVA
Ya era hora de que apareciera por aquà un especÃmen desos llamados vulgarmente "enteraillos de mierda".
Ostras, ¡La vÃgen!, Javier OrtÃz escribe en El Mundo, y te puedo asegurar que no es un lacayo del fascioliberalismo carpetovetónico español. Marcos y Paco, idem de idem del catetismo sociata AIQB, donde los ves.
Es más, es bueno leer hasta los prospectos (y hasta la poesÃa indygesta. Salvo las páginas amarillas, y "las moradas", claro).
AsÃn que, ¡Aupa Marcos Gualda y que gora Paco Huelva!
y que vivan las letras del tesoro utópico.
Naita mais,¡Ostras!
B-rsos
Hola siervo de Odiel petróleo, grupo gallardo.