Ja, ja... muy bueno. Pero yo creo que con la mala leche ya venimos desde el útero. Luego nos la educan o no, y aunque consigamos domeñarla, siempre está ahí, latente, y hay que ejercitar diariamente (puf... tal y cómo están las cosas) para que no explote. Y aun así, no sé si a veces "los civilizados" abusamos de la autocontención y deberíamos estallar más a menudo. A mí me gusta mucho cómo expone todo esto Vargas LLosa en sus primeras novelas (toque pedante, que no falte).
Saludetes!!!
¡¡¡A ver si tienes lo que hay que tener y me dices eso mismo EN LA CALLE!!!
Miajita ganas y dos o tres leuros (mínimo).(Que la mala leche nos viene dada desde que los mayores y demás tenientes, asín de de motu propio, nos metieron violentamente nuestra chorla creciente en una pila bautismal recargable a base de hostias)
Purita broma,.... por si las flais.
Karantonhas varias.